Acuerdos y desacuerdos

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«¡Menos mal, ya habéis llegado! Me estaba impacientando...» dijo Cora levantándose de una piedra, en el bosque, y avanzando hasta Peter y Rumpel.

«No fue tan fácil, ¿sabéis?» dijo el muchacho

«Pero lo bueno es que lo hemos conseguido, querida...¡aquí está!» el brujo le dio el coco a Cora, y el muchacho reviró los ojos.

«¡Muy bien...entonces, vámonos de aquí cuanto antes!» dijo ya comenzando a caminar junto a Rumpel.

«¡Genial...solo tengo que avisar a Tinker!» dijo Peter, mientras se separaba de ellos.

«¡Espera!» alertó Cora y él la miró «¿Tinker es el hada que mencionaste antes, no?»

«Sí...»

«¿Por casualidad usa un vestido verde y tiene alas y una varita?»

«Sí, es un hada...pero ¿cómo sabéis lo del vestido?» preguntó el muchacho curioso y frunciendo el ceño

«Siento mucho decir esto...pero ella se fue...»

«¿Qué queréis decir?»

«Apareció de la nada frente a mí, y dijo que estaba desesperada por salir de este sitio...tan horrible y....me preguntó si yo tenía una salida...le dije que sí, aprovechó y se marchó...» dijo poniendo la mejor cara de inocente.

«¿Qué? Eso no tiene sentido, yo ya le había dicho que íbamos a salir de aquí juntos...»

«Mencionó que...ya no soportaba cuidar de nadie...quería su privacidad...así que se fue...lo siento mucho...»

«¡No! ¡No os creo! Estáis mintiendo...Tinker nunca me haría eso...¿qué habéis hecho con ella?» preguntó alterado

«Tienes que calmarte, querido...no le he hecho nada...es así, vino a mí, preguntó si yo era una bruja, le respondí que sí, preguntó si sabía cómo salir de aquí, le dije que sí, me pidió ayuda, y yo se la di...»

«No...¡con usted todo tiene un precio! ¡No le da a nadie nada gratis!»

«Desgraciadamente es verdad...no quería comentarlo, pero...» suspiró falsamente «Me entregó sus poderes a cambio de la libertad... dijo que prefería ser humana, pero ser libre de todos y de todo...»

«No...no entendéis...¡ella me ha criado! ¡Nunca me habría hecho esto!»

«Lo siento mucho...no sabía que era "tu" hada, si no, no la habría ayudado...por eso le pregunté...» respondió intentando acercarse al muchacho, pero él se apartó, dijo que no con la cabeza y salió corriendo.

«Entonces, ¿la encontraste, querida?» dijo Rumpel acercándose a ella

«Claro que la encontré...yo tenía razón...era un peligro...pero ahora ya no lo es...» colocó la mano en la mandíbula del mago «Ahora podemos marcharnos...»

«¿Y por qué era un peligro?»

«Porque junto con el muchacho nos iba a destruir...pero ahora, la he destruido yo antes...y ahora vámonos...quiero salir de aquí lo antes posible» dijo ella emprendiendo la marcha

«Espera, pero ¿y el muchacho? No me ha parecido mala persona...creo que deberíamos llevárnoslo con nosotros, me ayudó mucho en el bosque negro...» Cora se detuvo y aún de espaldas reviró los ojos, se giró con ademanes teatrales

«No creo que sea una buena idea, querido...¡vamos a dejarlo!»

«¡No! Está solo...y nosotros somos dos...él no tendrá posibilidades...podemos ayudarlo...quiero ayudarlo...»

Tuya, hoy y siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora