Tú y yo

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POV Emma

¡Qué feliz estaba por pasar más tiempo con Regina! Confieso que pensé que iba a ser difícil, ya que todavía no confiaba en Hook y podía ser peligroso, pero se ganó mi confianza porque ella confiaba en él y se había convertido en un buen amigo cuando yo no podía estar junto a ella. Se me ocurrió esa idea de la acampada, porque quiero pasar tiempo con ella y con nuestros nuevos amigos. Necesito no solo ser la "novia" de ella, sino que también quiero ser su mejor amiga, conocer sus más íntimos secretos, cada mínima cosa que le gusta y que le disgusta. Necesito estar con ella ahora y si tuviese que molestar a Ruby y Graham para marcharnos lo haría. Así que cogimos los caballos y marchamos hacia el bosque. Y allí estaba ella, tan bella como siempre, pero esta vez con un sencillo vestido y sus cabellos sueltos, ¡cómo me gusta su pelo suelto, derramándose por sus hombros! Yo llevaba las mismas ropas que antes, y era ella la que ahora llevaba un vestido. Sabía que la había visto unas horas antes, pero apenas puedo respirar sin ella, es una necesidad fuera de lo común. Y además Graham y Ruby no se despegaban el uno del otro acrecentando mis ganas aún más.

«¡Hola, chicos!» dijo Hook, acercándose y saludando a Graham y Ruby, mientras yo ya caminaba hacia mi morena y la abrazaba con todo el cariño del mundo.

«Hola amor...» dije mientras la mantenía en mis brazos

«Hola Em...» respondió ella separándose un poco y dándome un dulce beso «¡Estás muy linda con esas prendas!» dijo mirándome y sonriendo

«¡Te digo lo mismo!» respondí poniendo la mayor de mis sonrisas

«Entonces, ¿habéis traído todo?» preguntó Graham a Hook

«Sí, todo, ¿y vosotros?» respondió Hook, mientras nos acercábamos a ellos.

«Todo, solo necesitamos ir a por leña, ya que va a oscurecer» dijo Graham.

«Entonces, vamos, y ustedes chicas, nos esperáis aquí, ¿ok?» preguntó Hook dirigiéndose a Ruby, Regina y a mí.

«Ok, nosotras vamos bajando las cosas de los caballos» dijo Ruby, besó a Graham y se encaminó a los caballos, mientras ellos se adentraban en el bosque «¡Vengan a ayudarme, chicas! ¡No se van a quedar besuqueándose ahí!»

Nos echamos a reír y nos miramos una a la otra. La atraje por la cintura y nos volvimos a besar lentamente, ella puso una de sus suaves manos en mi cuello, gesto que me estremecía siempre todo el cuerpo. Una sensación maravillosa.

«¡Vamos, si no Ruby nos va a estrangular!» dijo ella al cabo de un momento, separándose, cogiendo mi mano y arrastrándome hacia los caballos.

Bajamos todo de los caballos y lo pusimos en el suelo cerca del riachuelo, esperando que los chicos llegaran para que nos ayudasen a montar las tiendas. Pero como yo no tengo mucha paciencia, me puse a montar una de la tiendas, mientras Ruby conversaba con Regina sobre su abuela.

«Lo siento mucho Ruby, pero no te preocupes...¡la encontrarán!»

«Sí...lo sé...la madre de Emma está haciendo todo lo que está en su mano...¡solo espero encontrarla pronto!»

«Van a encontrarla, Ruby, ¡de eso estoy segura! Ahora, ¿alguna me puede echar una mano con esto?» pregunté al ver que tenía la tienda desmontada encima de mí, quedando presa. Escuché las risas de las dos y yo también me eché a reír «¿Os vais a quedar riendo ahí o vais a ayudarme?» seguí riéndome y sentí dos manos sacar la tela de encima de mí lentamente.

«Listo...ya la saqué» dijo Regina mirándome, muy cerca, y me dio un piquito.

«Dije que esperáramos a los chicos, pero no tienes paciencia para nada, rubia» dijo Ruby riendo.

Tuya, hoy y siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora