Neverland

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«Finalmente hemos llegado...ahora vamos a buscar a aquella sombra y salir lo más rápido que podamos de aquí» dijo Cora dejando la playa y caminando hacia el bosque seguida de Rumpel.

«¿Y dónde crees que está exactamente, querida?» preguntó él mientras la seguía

«No te preocupes, dicen que presiente cuando alguien entra o sale de la isla, cuando menos lo esperes, aparecerá. ¿Lo trajiste?»

«¡Pues claro!» dijo él moviendo las manos y haciendo aparecer un coco, abierto en su centro, aunque encajadas sus partes.

«¡Genial! ¡Tardé varios días en meter el hechizo de prisión ahí!»

«Ahora solo necesitamos atraer a la sombra»

«No te preocupes, ya la estamos atrayendo al invadir su preciosa isla»

«Entonces, es mejor que exploremos hasta que aparezca, ¿no crees, querida?» dijo él adelantándose y entrando en el bosque, ella solo reviró los ojos y lo siguió.

Continuaron caminando por el bosque hasta que escucharon un ruido entre los arbustos.

«¿Qué ha sido eso...?» preguntó Rumpel mientras ya tenía una bola de fuego en las manos

«Debe ser la sombra...» contestó Cora también con otra bola de fuego en sus manos

«Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?» habló un muchacho saliendo de entre los arbustos «Oh, no, no tenéis que asustaros...no hay nada que temer, ¿verdad?» preguntó mientras caminaba hacia ellos.

«¿Quién eres tú?» preguntó Cora con desprecio

«Digamos que soy...un amigo de la sombras que tanto buscáis...más bien un socio....¿y vosotros quiénes sois?»

«¡Eso no te interesa! ¡Solo queremos a la sombra...y tú nos vas a decir dónde está a las buenas o a las malas, querido!» dijo Cora impaciente.

«Sinceramente... ¡no sé dónde está! ¡Y aunque lo supiese no os lo diría!»

«¡Estás clamando por morir, querido!» dijo Rumpel, todavía con la bola de fuego apuntando al muchacho. En respuesta él comenzó a reír.

«Realmente no sabéis quién soy, ¿no?»

«¿Y deberíamos saberlo?» preguntó Cora

«Tal vez sí...» dijo desapareciendo «Tal vez no...» volvió a decir apareciendo detrás de ellos.

«¿Qué diablos eres? ¿Algún tipo de brujo?» preguntó Cora ya algo nerviosa

«Sean bienvenidos a Neverland, en donde se entra, pero nunca se sale» dijo el muchacho ignorando la pregunta de ella y desapareciendo de nuevo

«¡Solo puede ser una broma...además de la sombra, tiene que estar este chico!»

«¡Ya nos encargaremos de él! ¡Somos bastante poderosos para derrotar lo que sea!» dijo Rumpel

«¡Por supuesto que lo somos! Vamos, lo más seguro es que él no sepa dónde está esa sombra, será mejor si continuamos caminando hasta que aparezca» dijo ella siguiendo el camino

Mientras, el muchacho los observaba entre los arbustos. Después, movió los dedos y apareció frente a una cabaña en medio del bosque. Caminó hasta la puerta y la abrió, divisando a una mujer con un vestido verde y alas, mirando su varita.

« ¡Tinker, tenemos que hablar!»

« ¿Qué pasó, querido?» preguntó ella avanzando, preocupada, hacia él.

Tuya, hoy y siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora