No me dejes

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«Rumpel, ¿estáis seguro de que la daga está ahí mismo?» preguntó Emma

«No...no tengo certeza...por eso voy a enseñarle a Peter un hechizo de localización...» miró al hijo

«Entonces enséñeme...cuanto más rápido sepamos dónde está, más pronto nos libraremos de Cora...ehhh...sin ofender Emma...»

«No, está bien, es un riesgo, ¡tengo que hacerlo!»

«Pues bien...Peter, dame tus manos...» Rumpel agarró las manos del hijo y lo miró «Quiero que te concentres en la daga...y cierra los ojos...siente el poder que de ella fluye y descubre dónde está, revelándolo en este plato» Rumpel cogió un plato cualquiera y lo colocó frente al hijo. Él cerró los ojos, obedeciéndolo en todo, y una visión apareció en el plato, rápidamente abrió los ojos.

«Miren...» Peter cogió el plato y lo enseñó, dejando ver la daga dentro de una caja

«¿Y?» preguntó curiosa Emma

«Está en el castillo...como dijisteis...» le dijo Peter a Rumpel «Está en una caja...que parece envuelta en magia»

«Exactamente como había pensado...está en la caja de las sorpresas... ¡Muy bien, hijo mío!»

«¿Qué es esa caja de las sorpresas?» preguntó la rubia

«Una caja que solo se abre si se hace o si se recibe una gran sorpresa, pero la sorpresa tiene que ser real, si no, no se abre...es algo muy difícil de hacer, por eso Cora ha sido muy inteligente en esconderla ahí»

«¿Y cómo voy a abrirla? Quiero decir...¿cómo hacer una sorpresa inesperada?»

«Podéis provocar una sorpresa, ¿quién sabe?...» respondió Peter

«Infelizmente vais a tener que buscar la manera, querida. Por ahora, ¡necesitáis asistir a aquella coronación!»

«¿A la coronación? Pero, van a reconocerme...»

«Ciertamente...pero no con un hechizo de ocultamiento»

«¿Qué es ese hechizo?» preguntó Pan

«Emma solo necesita ponerse un bonito vestido, y un corte de pelo...tú vas a cambiar su apariencia, para que nadie la reconozca...¡otro hechizo que tendré que enseñarte! Pero es sencillo...¡ya está anocheciendo, tenemos que darnos prisa!»

«Ok, entonces el plan es...¿voy a la coronación, encuentro la caja, cojo la daga y mato a Cora?» preguntó Emma

«Básicamente»

«O...parece fácil diciéndolo así...» se llevó las manos a los cabellos todavía pensando en cómo hacer la famosa sorpresa para abrir la caja, estaba tan confusa y ciertamente con miedo, pero ahora nada le impediría hacerlo.

Pasaron algunas horas y Emma fue a dar un paseo antes de salir para el castillo que había sido su casa, y ahora tomado por Cora y lo peor, también por Regina y toda su hechizada familia. Estaba perdiendo todo lo que más amaba, y por eso tenía que luchar hasta donde fuera necesario para impedir eso. Comenzó a llorar al recordar a Regina, sintiendo miedo de morir y no poder vivir con su morena, pero todo sería peor si se rindiese, sería mucho sufrimiento para ella. Se recompuso, y volvió al castillo, a esa hora ya Rumpel le había enseñado a Peter todo lo que necesitaba saber, y estaban todos reunidos allí, incluso Belle, Granny y Ruby.

«¿Estás seguro de esto, rubia? Digo...¿estás lista para hacerlo?» preguntó Ruby agarrándola por los hombros.

«Es por ella...Ruby...es por ella...así que...sí...¡estoy lista!» afirmó intentando parecer lo más segura posible, y la morena la abrazó

Tuya, hoy y siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora