¡La pesadilla se ha desatado!
Dos grupos, una horrible realidad.
Una desconocida y mortal plaga se ha esparcido con rapidez en toda la zona. En poco tiempo miles perecieron víctimas de ella. Ahora sus cuerpos reaparecen hambrientos por la carne huma...
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Como había ocurrido durante el día anterior, la fuerte lluvia caía con las primeras horas de la noche. Potentes truenos iluminaban la zona y vientos de considerable fuerza castigaban la vegetación. A pesar de ello, inmerso en un fuerte sueño se encontraba Andrés, quien estaba recostado en la pared sur del refugio. Ajeno de los sonidos que lo rodeaban se mantenía con sus brazos cruzados. Ismael dormía en el suelo a solo metros de distancia. Cerca de su mochila dejando salir un poco de saliva de su boca. Delante de una de las ventanas, Juan vigilaba los alrededores atento a todo movimiento. Tarea casi imposible por lo fuerte del aguacero.
—Deberíamos buscar más recipientes, aquí siempre llueve—dijo Juan mirando a Joan.
Esta no le respondió, solo se mantenía con una vela en el suelo leyendo el cuaderno encontrado en el colmado. El libro tenía más de doscientas páginas, todas escritas a mano con varios tonos de bolígrafo. Desde que lo encontró, leerlo dominaba su pensamiento. Deseaba con tantas ganas encontrar en su contenido alguna respuesta, que incluso repasaba las páginas antes leídas intentando entender todo lo posible y no descartar nada.
—¿Me estás escuchando?—preguntó Juan sentándose a su lado.
—Disculpa no estaba pendiente, ¿Que decías?—respondió ella cerrando el cuaderno.
—Llevas un buen rato leyéndolo, ¿Que hay en el, que te ha llamado tanto el interés?
Joan miró el cuaderno y lo abrió cerca de su centro. Movió las páginas con cuidado buscando algo en particular. Dirigió su atención hacia los demás por unos instantes dejando salir una respiración profunda. Luego prestó toda su atención a Juan.
—Los cadáveres que encontramos en el colmado, creo que esas personas estaban investigando todo esto.
—¿Por qué? lo dices.
—Este libro tiene muchas notas. Escritas por la asistente personal de un tal doctor Rodríguez, que por lo que he leído, era uno de los que estaban a cargo de la investigación.
Juan la miró serio y tomo el cuaderno en sus manos. Paso con lentitud por sus páginas maltratadas leyendo algunas cosas en el. Se acerco aun mas a la vela para así ver mejor. Ansiosa, Joan recobro el libro y busco en el.
—Escucha esto, tiene la fecha del dieciocho de Diciembre del 2014. "El espécimen demuestra una gran habilidad regenerativa, además de un crecimiento veloz. De las once pulgadas de altura que poseía cuando fue colectado. En tan solo ocho días ha incrementado a cinco pies"
—¿Cuatro pies en cinco días?, ¿Qué tipo de animal crece tan rápido? ¿Y que tiene que ver eso con estos malditos?
Joan acomodo la vela y comenzó a buscar de nuevo en el libro deteniéndose en la tercera parte de el.
—Enero treinta del 2015. "Aún no se ha podido separar de la sangre del espécimen, una muestra pura de la infección. Algo vital para poder tratar al hombre mordido por la criatura hace dos días. Esto mantiene al doctor inquieto, debido a que antes, el espécimen no demostró poseer este virus durante las numerosas pruebas que se le hicieron en ese momento.
