¡La pesadilla se ha desatado!
Dos grupos, una horrible realidad.
Una desconocida y mortal plaga se ha esparcido con rapidez en toda la zona. En poco tiempo miles perecieron víctimas de ella. Ahora sus cuerpos reaparecen hambrientos por la carne huma...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Michael hizo un gesto para que el grupo se detuviera. Jonathan observaba a la derecha mientras que las hermanas se mantenían juntas. Diana sujetaba inquietamente su arma, la cual era un tubo de acero de una pulgada de diámetro. Habían salido más tarde de lo esperado debido a la larga y seria discusión que tuvieron para decidir que hacer. Se había decidido por un plan conjunto que unía ambas ideas. Por un lado buscarían un vehículo y por el otro reforzarían su hogar. No se marcharían al menos que tuvieran un destino decidido. Lo primero que harían sería encontrar gasolina para intentar encender algún auto. Lo demás estaba cubierto, ya que Michael sabía como repararlo incluso alambrarlo y encenderlo sin llaves.
—¿Que les parece ese?—preguntó Jonathan.
Delante de ellos a su lado izquierdo se encontraba una camioneta verde de puerta deslizable. Cerca de ella habían dos autos más, uno de ellos fue incendiado y el otro que se encontraba a varios pies de distancia tenía los cristales rotos. El vehículo verde no tenía muchos daños visibles, solo un arañazo en el lado de la puerta del pasajero. Michael se acercó recostandose en el suelo para examinar la parte de abajo del motor.
—No, el aceite se perdió, los residuos están por el suelo—respondió Michael—. Pero veamos si tiene combustible, eso nos hará falta.
Alertas a sus alrededores los demás se acercaron al auto. Michael abrió la tapa del tanque de combustible y sacó una manga rota de su bulto introduciéndola en su interior. Succiono unos instantes y Jonathan acercó un envase plástico. Alexa se acercó con su bate listo el cual tenía una cinta adhesiva gris rodeando el lugar en donde se había rasgado por el ataque del Dretch's. Diana vigilaba ansiosa mientras el poco combustible caía en el envase.
—Mantente pendiente a todo Cupcake—dijo Alexa acercándose un poco a ella.
—Estoy atenta, estoy atenta y deja de llamarme así—respondió ella ansiosa.
—Solo quiero que estés alerta a cualquier movimiento, en especial sus gemidos.
La joven respiró profundo y apretó su arma. El combustible que tenía la camioneta ni siquiera llegó a un tercio del envase. Lo que significaría que tendrían que seguir buscando. Jonathan dirigió su mirada hacia el auto con los cristales rotos.
—Revisemos ese, quizás tenga algo—dijo Jonathan.
—Yo te ayudo—respondió Diana caminando hacia el auto.
—Diana espera—comentó Alexa evitando gritarle.
—Estaré bien, no te preocupes.
Diana se acercó seguida de cerca por Jonathan que no soltaba su tubo. Se miraron entre si y Jonathan se aproximó al vehiculo. Alexa examinó el auto y Michael comenzó a remover la gasolina del tanque. Al revisarlo, Alexa se percató de algo en los asientos de atrás. Al abrir la puerta encontró que se trataba de un bulto de color gris. Lo colocó en el suelo y lo abrió descubriendo varias cosas. Entre ellas una pequeña radio gris, dos linternas y varios paquetes de baterías.