Jack
—Maybe Roses es la chica más guapa del lugar, amigo, te lo aseguro es excelente — Dice Marck mientras disfruta de la televisión — La tengo que conquistar, es demasiado hermosa y creo que le gusto. — prosigue.
Yo no le presto mucha atención, pues pienso en un tema que se ha vuelto muy frecuente estos últimos días: la mujer fantasma y Celeste.
—Por supuesto. Eres todo un casanova — Digo sarcásticamente.
— Hablando de casanovas ¿Cómo vas con Celeste?
— Ya te mencioné varias veces que Celeste y yo tan solo somos amigos.
— Así es como comienzan los noviazgos: primero se conocen, se hacen amigos y después de unos meses se hacen novios.
Se viene a mi memoria lo que pasó el día de ayer cuando la chica y yo nos caímos por culpa del temblor, que más bien pareció ser una extraña alucinación, y terminamos uno encima del otro.
—Si eso fuera cierto todos los amigos terminarían siendo novios. — Menciono. — Por cierto tengo que preguntarte algo Marck. — Cambio de tema.
— Por supuesto, pregunta lo que quieras.
— El día de ayer cuando regresé a casa, encontré el libro de "La Chica en París" en una mesa, pero lo extraño es que yo lo había perdido cuando fui a buscar a Celeste. ¿Tú fuiste quien puso dicho libro sobre la mesa cerca de los muebles?— Pregunto para salir de la duda.
— Ehh... No— Responde— No he tenido nada que ver con ningún libro durante los días pasados.
Mencionó lo que yo suponía que iba a decir, no fue él quien puso la obra ahí, pero entonces eso desmiente la única hipótesis que tenía, no entiendo qué fue lo que pasó. « ¿Cómo puede un libro aparecer de la nada? » Pienso.
Me paro de mi asiento, porque tengo un poco de hambre, voy hacia la cocina, agarro una galleta de una de las estanterías, la abro y por error dejo caer el empaque al suelo.
— Tienes que levantar eso, necesito que la casa esté limpia por completo— Menciona Marck— Recuerda que el día de hoy vienen mis padres.
— ¿Espera qué?— Pregunto alterado.
— Necesito que me ayudes, sabes muy bien cómo son mis papás.
Marck se refiere a la actitud un poco egocéntrica, egoísta y discriminatoria que sus progenitores poseen. Cuando iba a visitar a Marck para realizar tareas durante la secundaria, siempre notaba que sus padres lo trataban de una manera muy pesada y tosca, además, por si fuera poco, casi nunca estaban con él y lo dejaban con niñeras casi todo el tiempo. Tal vez a mi amigo jamás le faltó nada económicamente, pero de lo que sí careció fue de afecto y cariño por parte de las personas que le dieron la vida.
— Está bien te echaré una mano— Digo.
No me puedo negar a ayudar a mi amigo pues éste me acogió en su casa y me apoyó en un momento crítico de mi vida, sino fuese por él yo hubiera regresado con mis padres y en este instante estuviese muy aburrido estudiando una carrera que no me gusta y de seguro mi vida habría perdido su sentido al no poder dedicarme a mi mayor pasión: el arte.
— Es urgente que limpiemos la casa, tengo que darles una buena impresión.
— Claro.
Durante casi una hora y media pasamos ordenando la casa con mi amigo, él quería que todo estuviese perfecto y lo comprendo, sus padre son personas muy disciplinadas y exigentes, con una extrema obsesión hacia la limpieza y la perfección. No me gustaría estar en los zapatos de mi amigo, sus padres son muy exigentes. A pesar de estar ocupado ayudando a limpiar, no olvido todo lo que ha pasado y aún tengo presente el incidente que sucedió en casa de Celeste, donde observé a aquel extraño hombre con el cuchillo en el pecho, me pregunto quién es y por qué se nos apareció.
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Pretérito
Mystery / ThrillerEl pasado es un arma de doble filo que te puede consumir hasta llegar a matarte. Celeste lo sabe muy bien, tener la capacidad de poder ver el pasado de las personas con solo tocarlas le ha dejado muy en claro eso. A sus veinte años la chica no está...