Vigésimo Cuarto Capítulo

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Jack

Marck se ha ido y acaba de cerrar la puerta, Celeste y él acaban de conocerse. Creo que el encuentro fue más bien incómodo, ya que mi amigo empezó a coquetear con ella. Antes que Marck nos interrumpiera, Celeste y yo hablábamos sobre cómo fue mi pelea con mis padres cuando me fui de la casa.

— Tú ya lo sabías— Menciono a la chica.

— ¿Disculpa?— Responde ella interrogante.

— Tú ya sabías lo de mi discusión con mis padres, ya lo habíamos hablado cuando viste mi pasado.

— Es verdad, ya no lo recordaba.

Antes de llegar a casa pasamos por un restaurante comprando algo de comer, adquirimos una pizza y unas gaseosas para disfrutar juntos.

— ¿Quieres comer ya?— Pregunto tímido.

— Claro— Responde la muchacha con una hermosa sonrisa.

Disfruto mucho el tiempo que estoy pasando con Celeste. Por la mañana descubrí que es una chica un poco seria y que lucha por lo que quiere, incluso por un segundo estuvo a punto de derrochar toda su furia contra el bibliotecario. Sin embargo, eso a mí me gustó, la hizo parecer un poco más atractiva.

Preparo la mesa para que ambos podamos disfrutar de nuestros alimentos y luego coloco los platos. Trato de hacer que la muchacha que me acompaña se sienta lo más cómoda posible, quiero que todo momento que pase conmigo sea agradable para ella, no es que la esté cortejando, pero no pretendo volver a pasar vergüenza frente a una mujer, como tantas veces me ha pasado en la vida.

Ambos nos sentamos y nos servimos dos pedazos de pizza. Comenzamos a comer y por un instante todo fue silencio. Luego, gracias a un movimiento brusco que hice, el bote de queso que estaba ubicado cerca de la orilla de la mesa, cae al suelo, tanto Celeste como yo nos agachamos para recogerlo, nuestras manos se juntan al momento de agarrar el recipiente, yo siento que un choque de nervios recorre todo mi cuerpo y mi cara se sonroja al punto de compararse con un tomate, en cambio ella apenas muestra una risa nerviosa, ambos recogemos el bote con el queso y lo llevamos de nuevo a la mesa. Sonrío.

— Es muy bonita tu casa— Dice la chica para romper el hielo.

— Gracias— Respondo— Siempre tratamos con Marck que se vea muy bonita.

— Sabes Jack, eres un chico muy agradable, y aunque tan solo llevamos unas cuantas semanas conociéndonos, y la mayoría de estas las hayamos pasado investigando cosas paranormales, creo que las he disfrutado mucho, me encanta que seas un chico muy amable. He estado reparando en eso recientemente.

— Gracias— Menciono mientras me sonrojo aún más de lo que ya estaba.

— Espero que después que termine todo esto y que podamos encontrar quién es la persona que está cometiendo los asesinatos, sigamos con nuestra relación y nos conozcamos más, quiero decir que nos mantengamos en contacto.

— Tú también me caes muy bien Celeste— Se me notan mucho mis nervios— y al igual que tú espero que continuemos viéndonos.

— Jack, por cierto. Quería hablar contigo sobre el libro, sé que eso ha quedado en segundo plano con lo que está pasando, pero aun así me siento muy mal no cumpliendo con el reto de escritura, creo que debemos de salir del concurso para dedicarnos por completo a la búsqueda que tenemos por delante.

— No sé si sería lo correcto. Yo pensaba ocupar el dinero del premio en invertir para mi economía, no quiero pasar mucho tiempo viviendo con Marck.

— Pero tengo que decir que pasaremos muy ocupados los próximos días y tú sabes más que nadie que escribir un libro conlleva mucho trabajo y planificación.

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