Vigésimo Sexto Capítulo

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Jack

Estoy sentado en uno de los tantos sillones caros que hay en la casa, tengo los ojos muy abiertos y sobre mi cuerpo aún se siente un choque de electricidad. Me concibo como en el cielo, tengo la sensación que estoy flotando y que estoy en un mundo de felicidad. Sobre mi cara hay una sonrisa permanente y por mis pensamientos solo pasa el recuerdo de cuando Celeste me besó en el callejón. Todos los demás pensamientos quedan en un segundo plano comparados con la sensación que tenía mientras los labios de la chica y los míos estaban pegados. Jamás había dado un beso antes, es decir, nunca había tenido una relación tan cercana con una muchacha como para hacerlo; sé que a mi edad la gente ya ha hecho esas cosas e incluso peores, pero a mí nunca se me presentó la oportunidad hasta ahora.

Escucho que la puerta se abre y luego veo entrar a mi mejor amigo Marck, éste lleva consigo unas compras del supermercado. Ambos nos saludamos y comenzamos una charla.

— La chica que trajiste hoy es muy hermosa. Es demasiado bella, en serio tienes suerte de pasar tanto tiempo a su lado. — Menciona él.

— Nos besamos— Digo.

El chico pone una cara de sorpresa y de su boca sale un sonido de admiración.

— Espera un segundo... ¿Cómo es que la besaste?

— Estábamos los dos juntos y hubo un momento en el que nos miramos uno al otro y luego de unos instantes ambos nos besamos.

La cara de mi amigo aún sostiene una expresión como diciendo que no puede creer lo que le estoy contando.

— ¿Cómo fue? Porque imagino que una chica así de guapa debe de besar estupendo.

— Ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, jamás había sentido una sensación así, fue estupendo.

— Espero que ella haya sentido lo mismo, porque no puedes decepcionarla. — Hace una pausa — ¿Qué fue lo que hiciste después?

— Me fui rápido del lugar.

— ¡Qué!— Dice con sorpresa— ¿Cómo es posible que hayas hecho eso? Escapar después de besar a una chica, ¡eso no tiene sentido! tuviste que haberte quedado ahí y ver a dónde más podrías haber llegado.

— Fue un momento muy incómodo para ambos, ese beso no estaba planeado, surgió de la nada.

— Eso solo demuestra la atracción que ambos sienten mutuamente. Tu deber era quedarte ahí con la chica, si no ella va a creer que eres un cobarde.

Pienso por un momento en lo que Marck está diciendo y reflexiono si Celeste es capaz de pensar algo así de mí.

— ¿Crees que haya pensado que soy un cobarde?— Pregunto.

— Claro que sí, es lo primero que se le debió haber venido a la mente. Escucha este consejo que te voy a dar, jamás tienes que dejar a una muchacha sola después de darle un beso, es una regla básica, — Se lleva la mano a la frente— tienes que quedarte ahí con ella para saber hasta dónde pueden llegar. — Repite.

— Pero yo no quería llegar a más, con el beso fue suficiente para mí.

— Jack eres un novato, aun te quedan muchas cosas por aprender, ¿cómo es que no querías llegar a más con una hermosura como esa? Para la próxima jamás la vayas a dejar sola.

— Voy a tratar de no volver a hacerlo. No creo que se va vuelva a repetir lo que pasó hoy con Celeste, ya que no estoy seguro si le gustó, pero igual seguiré tus recomendaciones.

— Por supuesto que sí. Ya te lo dije aquel día que estuvimos hablando, tienes que tener confianza en ti mismo, ese es el primer paso para conseguir salir con una chica.

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