Pretérito

Trigésimo Primer Capítulo

Celeste

Han pasado ya tres días desde que supe que mi hermana ha muerto, no he tenido ganas de hacer nada desde entonces y la depresión me ha consumido por completo. Me he desconectado de la realidad, tato que incluso he perdido contacto con Jack; no he sabido nada de él en todo este tiempo. Hasta ayer jamás me había sentido peor en mi vida, todo fue muy doloroso y el hecho que no encontrasen el cuerpo de mi hermana me ha puesto peor. Es inimaginable pensar que jamás podré verla de nuevo, nunca la observaré superarse o realizar su vida, todos los planes que teníamos sobre casarnos y luego hacer que nuestros hijos se hiciesen amigos para luego envejecer y criar cientos de gatos juntas, ahora ya nunca se podrán hacer realidad.

Si de por sí una parte de mí se fue cuando mi madre murió, ahora qué también lo hizo mi hermana, he quedado incompleta, vacía y sin ganas de seguir luchando. He tratado de ser fuerte para apoyar a mi hermano y dar aliento a mi padre, pero no lo he logrado, durante el tributo que le hicimos me desplomé en llanto y Chelsie fue quién me consoló.

Pero yo no me dejaré llevar por la tristeza, el día de hoy la voy a dejar de lado y voy a ocupar mi dolor para vengar la muerte de mi hermana. Esto no puede quedar así, el asesino tiene que pagar, y no solo por el daño que le ha hecho a mi familia, sino también por todos los demás, como por ejemplo: Bernard.

Estoy preparada para enfrentar todo lo que se viene, encontraré al asesino cueste lo que cueste.

Desde la visita que hice al cementerio, donde descubrí que Bernard y mi madre habían sido novios, no he hecho ningún otro avance significativo, pero hoy iré a buscar al bibliotecario, y no le avisaré a Jack, pues la última vez él no me dejó sacarle toda la información a este anciano.

Me limpio las lágrimas, cambio mi expresión de decaimiento por una de furia y me preparo para lo que se viene. Sé que lo voy a lograr, voy a conseguir desamarrar este enredo, tengo que hacerlo para poder sentirme bien conmigo misma y dar honor a mi hermana.

Tomo el autobús hacia la biblioteca. Al llegar, no reparo ni un segundo en observar la espléndida fachada y entro al sitio de una vez. No tengo tiempo que perder. Desde la entrada observo al bibliotecario colocado detrás del escritorio, está leyendo un libro, como si nada relevante estuviese pasando, como si personas no estuviesen muriendo por su culpa gracias a que no quiere darme explicaciones.

Me coloco justo enfrente de él, al verme aparta su mirada de las páginas de la novela que lee y la posa en mí.

— Celeste, qué gusto me da verte— Dice— Lamento mucho lo de tu hermana, ella era una persona fascinante y una gran lectora. Aún recuerdo como desde pequeña venía aquí, a la biblioteca, a buscar las respuestas de sus tareas. Era una jovencita tan agradable.

— Esa persona la mató. — Digo con voz fría— ¡Esa persona asesinó a mi hermana y usted no quiere decirme nada!— Grito furiosa.

— No sé de qué me estás hablando. ¿Tú hermana fue asesinada? Creí que había muerto en el accidente aéreo.

— ¿Quién es usted? Dígame.

— No sé de qué me estás hablando— Me reprende.

— Claro que sabe, usted conoce más cosas de las que dice saber. Necesito que me responda muchas preguntas: ¿Qué más sabe usted de Bernard? ¿Por qué cuando vi su pasado usted sabía que yo soy la nieta de Carrie? ¿Qué clase de misión es la que mencionó? ¿Por qué pudo hablarme cuando estaba viendo el pasado del libro de La Chica en París?

— ¿Bernard?— Pregunta— ¿El hombre que fue asesinado hace poco? Él fue novio de tu madre por un tiempo, pero ella lo dejó por estar con tu padre, fue un triángulo amoroso muy típico como los que se dan en esas novelas románticas. Tu madre estaba enamorada de ambos y los dos hombres estaban enamorados de ella, aunque al principio parecía que Bernard llevaba la delantera al final tu padre fue el elegido. — Hace una pausa mientras se pone a pensar un poco— No sé si te debería estar contando esto, quizá estoy cometiendo una imprudencia, debe ser tu familia quién te lo diga.