Pretérito

Vigésimo Segundo Capítulo

Jack

Estoy sentado en mi cama pensando en Celeste, para ser más específico, estoy reflexionando sobre su confesión y sobre todo lo que eso implica para mí, no poseo la capacidad de análisis suficiente para asimilar todo de una sola vez. Mi papel en todo esto se deriva a un simple mensajero, no tengo nada que ver con lo que está pasando, pero al mismo tiempo estoy en el medio de todo.

Ver el pasado de las personas con solo tocarlas suena algo loco, descabellado y sobre todo el tema principal de una novela de fantasía, pero jamás te imaginarías que una de las personas que tú conoces tenga esa capacidad. Cuando Celeste me confesó la naturaleza de su poder tuve demasiados conflictos en mi mente para comprender cómo es posible y todavía, aun después de pensarlo un tiempo, sigo igual de perdido. Aunque con los acontecimientos sucedidos en los últimos días ya existen pocas cosas que pueden sorprenderme, yo no podía creer que lo que la chica hablaba era real, pero cuando mencionó algunos aspectos de mi pasado que solo Marck y yo sabemos, me convenció que hay algo especial en ella. Increíble e ilógico son las únicas dos palabras que se me vinieron a la mente.

En este momento inicia una misión, comienza una nueva aventura y no sé qué es lo que me espera, ya que cualquier cosa puede pasar. Voy a luchar con un ser que hasta hace unas horas pensaba que solo podría existir en cómics o en la imaginación de un niño, es inimaginable en muchos sentidos, pero la única forma de terminar con todo este martirio es investigar, y hoy es el primer día en la búsqueda de respuestas. Necesitamos saber quién es la persona que está asesinando y de esa forma evitar que el mal se propague o lo que se suponga que quiere hacer el Maligno, hasta me cuesta pronunciar ese nombre sin pensar que es el villano de un libro extraño.

Ayer en la tarde mientras estaba en la casa de Celeste, esta activó su poder mágico, no sé si llamarlo así, con el libro de "La Chica en París", obra literaria que al parecer es clave para encontrar la solución. Cuando estaba viendo el pasado del objeto descubrió cosas muy interesantes cómo el hecho que por algún tiempo Bernard, la primera víctima en aparecer, fue el dueño del libro y que al parecer tuvo mucho que ver con una relación sentimental, pero lo más sorprendente es que durante su visión al pasado, el bibliotecario pareció decirle algo y además notó su presencia. Según lo que me explicó Celeste eso es algo imposible ya que lo que la chica estaba viendo ya había pasado hace años, así que la única explicación es que el anciano, que ordena los libros por orden alfabético en las enormes literas de la biblioteca, esconde algún secreto.

Hoy vamos a ir con la chica a investigar todo lo relacionado con ese hombre, le haremos unas entrevistas y trataremos de sacarle la mayor información posible. Ayer no pudimos hacerlo ya que era demasiado tarde y la biblioteca ya estaba cerrada, además estábamos muy exhaustos por todos los nuevos descubrimientos, el cansancio mental era inminente, no puedo ni imaginarme lo que debió de haber sentido la muchacha al ver a su madre muchos años después, necesitaba tiempo para asimilarlo. Cuando yo regresé a casa no pude dormir en toda la noche, repasé todo en mi mente y traté de darle algún sentido. La aparición de la mamá de mi compañera del concurso, la capacidad de la chica para ver el pasado de la gente y el hecho que haya algo raro girando en torno al bibliotecario, todo eso recorría mi cerebro de un lado a otro.

Me observo en el espejo, mi aspecto no es el que deseo, me veo cansado y se nota mucho que no he dormido en días. Salgo de mi habitación y me encuentro con Marck, no lo he visto mucho en la casa por los últimos días, pero es más que obvio por su aspecto descuidado y desordenado que se ha pasado toda la semana en fiestas y discotecas, creo que en esa parte sus padres tenían razón.

— Hace muchos días que no estás en la casa— Le digo. — Deberías dejar de ir a fiestas, te está haciendo mal.

— Es la única forma que tengo de divertirme— Responde. — De pequeño me tenían encerrado en una mansión, estaba dentro de una jaula de oro y jamás podía divertirme, la única compañía que tenía eran los trabajadores de la casa. Por lo tanto, tengo que aprovechar a divertirme ahora que tengo tiempo.