Jack
La biblioteca está vacía, a excepción de unas cuantas personas como el bibliotecario y algunos alumnos de instituto. Otros días me hubiese puesto a reflexionar el lamentable hecho que las personas han ido perdiendo el interés por los libros con el paso de los años ya que, si no fuese porque muchos estudiantes vienen aquí para buscar las respuestas a sus tareas, el lugar parecería un edificio abandonado; pero hoy no, este día estoy concentrado en una misión: hablar con Celeste. Pasé todo el día de ayer buscando el libro de "La Chica en París" por todos los lados en los que estuve, pero no logré encontrarlo. Tengo que terminar con esta situación, el sábado por la noche creí ver la figura de un hombre dentro de mi casa, pero no lo recuerdo con exactitud ya que me desmayé al instante y horas después me desperté en el mueble, con mi amigo Marck viéndome muy preocupado y un doctor al lado. Al parecer el desmayo fue provocado por un exceso de estrés, diagnóstico que es muy comprensible ya que los últimos días he pasado por acontecimientos que nunca pensé que me pasarían a mí.
Me levanto de mi silla y voy hacia el mostrador, no puedo esperar a que mi compañera de escritura venga.
— ¿Te encuentras preocupado por la chica rubia?— Pregunta el bibliotecario al mirarme.
— ¿Perdón? —Le respondo.
El anciano hombre comienza a ordenar unos libros que se encuentran en el mostrador.
— Se nota que esa chica rubia te gusta. Yo también en mi juventud, me ponía a esperar a la persona que me gustaba y me encontraba muy ansioso por verla— El sujeto muestra una sonrisa picaresca.
— No es eso lo que me tiene nervioso, hay algo mucho peor, algo inexplicable y Celeste está involucrada.
—No hay ninguna preocupación que un buen libro, un chocolate caliente y el clima ideal no puedan mejorar— Dice con una sonrisa — así que presta uno y entra en un mundo fuera de esta realidad. Es importante para mí que lo hagas, porque muy pocas personas vienen a visitarnos y necesito tener ganancias. Por cierto ¿ya terminaste el libro que prestaste hace unos días?
— Sí — Miento y trato de no parecer nervioso, no puedo decirle que perdí el libro — Mañana vendré a devolverlo, y sobre su propuesta no poseo el ánimo de leer una nueva historia en estos momentos, tengo muchas cosas en la cabeza y estoy pasando por una situación muy crítica.
El bibliotecario pone cara de interés por saber más sobre lo que estoy contando. Desde que vengo a la biblioteca, el hombre siempre ha tratado de escuchar conversaciones ajenas.
— Quizá yo tenga una solución. — Dice.
— No veo una forma en la que pueda ayudarme.
El anciano va y busca algo en el librero. Saca un libro lleno de polvo y lo limpia un poco, comienza a buscar entre las páginas hasta que encuentra un papel en la parte del medio.
— Estuve investigando con unas personas y logré encontrar una información que seguro te va a servir mucho. — Hace una pausa y empieza a leer lo que dice el pedazo de papel— Encontré la dirección de Celeste. Le pregunté a una persona que vino a prestar un libro y resultó ser una ex compañera del equipo de baloncesto de la chica.
El anciano hombre me entrega el papel en mis manos. Lo agarro y lo leo, en este está escrito una dirección con tinta negra y una letra que no se entiende mucho.
— Por si no te ubicas— Comienza a hablar de nuevo el señor— Es a dos cuadras de aquí, solo camina recto y ahí encontraras la colonia en la que habita. Es una casa amarilla con blanco.
Me siento muy aliviado al saber que ya tengo la dirección de Celeste, es un gran paso ya que ahora puedo localizarla y tendré la posibilidad de decirle todo lo que está pasando.
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Pretérito
Mystery / ThrillerEl pasado es un arma de doble filo que te puede consumir hasta llegar a matarte. Celeste lo sabe muy bien, tener la capacidad de poder ver el pasado de las personas con solo tocarlas le ha dejado muy en claro eso. A sus veinte años la chica no está...