Pretérito

Décimo Segundo Capítulo

Jack

Celeste acaba de comentar algo impensable: mencionó que a ella también le han estado pasando cosas muy extrañas durante los últimos días, dijo que al igual que yo, había visto a una mujer aparecerse de la nada.

Por más que el tema de conversación se encuentre muy interesante no dejo de observar la venda que la chica posee en la cabeza, resultó ser cierto lo que el hermano decía, pero aun así valió la pena entrar a la fuerza.

Cuando conocí a Celeste no vi nada extraño en ella y por supuesto, jamás se me pasó por la mente que algún día me iba a encontrar en su habitación platicando sobre apariciones extrañas de mujeres y un tal Maligno que va a matar a muchas personas. Pocas veces me he visto con ella y no la conozco bastante, pero aquí estoy sudado y muy nervioso diciéndole algo que me hace parecer un loco, pero es muy reconfortante saber que hay alguien en este mundo que comparte una experiencia similar a la que viví.

— Celeste ¿Puedo preguntarte algo?— Cuestiono.

— Por supuesto— Responde ella. — Si es por la venda, déjame decirte que me golpeé muy fuerte la cabeza y tuvieron que hacerme una sutura.

— Lamento oír eso. ¿Cómo fue que te caíste?

— Me desmayé. Pero no te preocupes todo está bien, ya el médico me dio unas indicaciones.

— Me alegra escuchar que no te haya pasado nada grave aparte de la sutura. También quería hablar sobre otra cosa— Hago una pausa y tomo aire — ¿Aquel día que me dejaste durante la cena, fue por qué viste a la mujer espectro?

La muchacha se queda pensativa, parece estar preparando con justo detalle lo que va a decir.

— Si — Responde. Aunque ni ella misma parece convencida de la veracidad de la respuesta que dio.

Me hace pensar que quizá yo hice algo mal que la molestó y por eso es que se fue. Algunas veces me gustaría poder entender todo lo que pasa alrededor de mí, pero hay cosas que simplemente salen de mi comprensión, como lo que está pasando. Mi mayor logro sería poder entender a las mujeres. Si algo que yo mencioné no le gustó, desearía que me lo dijese en vez de mentir.

En la casa de Celeste el ambiente se encuentra muy cálido pero, al mismo tiempo, una suave brisa se hace presente. Por la parte de afuera, los pájaros cantan y la tranquilidad en el exterior es tanta que no se escucha casi ningún ruido. El ambiente me hace recordar a los días tan tranquilos como este, cuando los pasaba con mi familia de pequeño; me hace pensar en mis padres y en la relación tan unida que teníamos antes de que pasara mi discusión con ellos y que me fuese de la casa. Nunca voy a entender por qué no quisieron que yo estudiase artes si es lo que me hace feliz.

— Imagino que te sientes muy cansada— Digo volviendo a la realidad después de un momento de recuerdos— Nunca me han hecho una sutura pero creo que necesitas descansar mucho. Buscaré pistas por mi cuenta hasta que te sientas mejor y podamos los dos salir a encontrar una respuesta, te mantendré informada si observo algo extraño o pasa algo fuera de lo común.

— Claro Jack— Responde ella— No te preocupes, espero muy pronto recuperarme, por el momento yo creo que es conveniente que no le digas nada de esto a nadie. Creo que todos pensarían que estamos locos.

Asiento con la cabeza y me despido de la muchacha. Me acerco a la puerta de la habitación para irme del lugar, es demasiado rara la sensación que tengo en estos momentos, no sé qué pensar y no sé qué hacer con exactitud, la situación en la que me encuentro no es algo que haya pasado antes, no entiendo cómo se supone que tengo que reaccionar después de tener una plática sobre espectros y apariciones extrañas. Tengo la sensación que me han faltado varias cosas por hablar con Celeste, pero ella necesita reposar y aunque al principio estaba dispuesta a escucharme, tengo que ser consciente y entender que debe ser doloroso que te cosan con hilo una herida en la cabeza.