Entonces, juguemos.

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Llegué a casa de Chris con una botella de vodka en los brazos. Toqué el timbre y escuché cómo a pesar de las risas, la música y el bullicio de adentro, alguien se acercaba. Abrieron la puerta y sonreí al ver a Taylor.

-Hola, Princesa. -Saludé dándole un abrazo a la hermana menor de mi mejor amigo.

-Oh por Dios, _______ me hiciste mucha falta. -Se aferró a mí con ternura unos segundos y luego de que yo le dijera un "yo también" me soltó. -Pasa, los chicos están adentro. Yo iré con unas amigas.

-Está bien, nos vemos luego. -Dije guiñándole un ojo después de entrar y cerrar la puerta. Cuando desapareció entre la gente, vi al resto de los invitados que Chris había reunido por su cumpleaños. Estaban desde algunos de nuestros amigos en común, hasta personas que nunca había visto en mi vida. Saludaba a los que conocía de lejos con la mano y una sonrisa. Era más una simple reunión privada que una fiesta. Chris me había dicho que Clara, con su carácter, había sido muy condescendiente en dejarnos pasar el rato en su casa, gracias a Mike que ella misma decía, sin importarle quién estuviera presente, que era un blandito, y él como buen padre sólo reía por las ocurrencias de su esposa.

-¡_______! -El grito alegre de Chris sonó desde la sala y vino corriendo hacia mí. -¡Por fin llegas! -Me abrazó tomándome por la cintura y alzándome, dando vueltas.

-Basta, bájame. -Dije entre risas y obedeció. -Feliz cumpleaños, barbudo. -Dije refiriéndome a su nueva barba que lo hacía verse bien. Yo igual lo molestaba por diversión.

-Búrlate lo que quieras, a las chicas les encanta

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-Búrlate lo que quieras, a las chicas les encanta. -Sonrió socarronamente y le golpeé el hombro riéndome. Le extendí la botella y el la tomó. -¿Es mi regalo?

-Claro que no. -Dije con obviedad colocando los ojos en blanco. -Éste... -Saqué una pequeña caja envuelta de mi chaqueta. -Es tu regalo. -Colocó la botella en una pequeña mesa que estaba al lado de la puerta. Me miró con seriedad mientras lo desenvolvía y cuando abrió la caja, sonrió.

-Bien, admito que te destacaste. -Sacó el reloj de la pequeña caja y se lo colocó. Yo sonreí ampliamente.

-¿En serio te gusta? -Él asintió sonriendo ampliamente mientras veía cómo le quedaba el reloj

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-¿En serio te gusta? -Él asintió sonriendo ampliamente mientras veía cómo le quedaba el reloj. -Me costó mucho escogerlo, pero supongo que va contigo. Me alegra que te agrade, no soy buena escogiendo regalos. -Admití apenada.

Imagina... Con Lauren Jauregui.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora