Corazón salvaje.

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Suspiré revisando las últimas fotos de ella en su Instagram. Me desilusioné un poco al ver que no había subido algo desde hace 5 días, lo cual es muy raro porque ella suele ser consecuente en sus publicaciones. Aunque de todas formas siempre me quedaba como una boba viendo todas sus fotos, porque siempre ha causado ese efecto en mi. Siempre lo ha hecho.

Dinah había dicho que ella estaba bastante desilusionada porque recientemente había terminado su relación con una estúpida que siempre la trató como un objeto. Lauren le había dado todo, y a ella simplemente le importó muy poco eso.

Realmente, si tuviese las posibilidades de matar a esa tipa, lo haría. A pesar de yo haber sido la anterior a ella y de tampoco haberlo hecho muy bien que digamos.

-Nos vamos dentro de 5, rarita. -Dijo Dinah y yo asentí levantándome del sofá y tomando mi maleta y mi mochila para llevarlas a la camioneta que nos llevaría a todos a la playa.

La excursión se había planeado 2 semanas antes, simplemente para tener un fin de semana de descanso. 

Pero resulta que odio las playas. Odio el sol abrasador, el calor, y la molestia de la arena en cada parte de mi cuerpo. Pero accedí, sólo porque ella iba.

Dinah lo sabía. Sabía que yo moría por Lauren, su otra amiga, a pesar de que nuestra relación había terminado hace un año. Pero me chantajeó notablemente cuando me había negado en ir a esa excursión, diciendo que incluso después de un año no la había podido superar. No podía dejar que me dijera cobarde. Así que su sonrisa de victoria fue plena cuando logró convencerme.

-Sé que lo vas a pasar genial. Encontraré la forma de que te sientas a gusto y de que no te sientas mal por ella. -Me había dicho.

Suspiré pesadamente al entrar en el asiento de co-piloto de la camioneta Volkswagen Hippie Van de color vinotinto con blanco que Dinah le pidió prestada a mi hermano, aprovechando que él estaba un poco enfermo. Ella me lanzó un vistazo elocuente mientras se colocaba los lentes de sol.

-Ya no hay marcha atrás, cariño. -Y comenzó a manejar.

Yo miraba a través de la ventanilla en silencio. No entendía por qué era tan fácil manipularme cuando de Lauren se trataba. Yo debía olvidarla. Tenía que hacerlo. Debía encontrar mi propio rumbo.

-Mira lo que saqué de tu mochila. -Y me mostró mi GoPro HERO5.

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-Dinah, te he dicho que por favor no la tomes sin mi permiso. -Y se la quité con cuidado de la mano.

-Uich, cálmate gruñona. La tomé porque creí que sería bueno que le tomaras fotos a todo el viaje, en lugar de tomar sólo fotos de una sola persona y a escondidas. -Yo me sonrojé un poco y ella rió. -Vamos, comienza, que me veo espectacular con estos lentes.

Imagina... Con Lauren Jauregui.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora