Protégeme.

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Me agaché al lado del gran roble. Tomé un puñado de hojas secas que estaban al pie de él, y las dejé caer al suelo, para verificar la dirección del viento y poder calcular con exactitud mi siguiente disparo.

Silenciosamente tomé una flecha de mi carcaj, que se encontraba colgado de mi espalda. Comencé a estirar de la cuerda del arco, luego de posicionar bien la flecha en él, apuntando a la dirección correcta para asesinar al venado de gran cornamenta. Respiré profundo, y cuando iba a lanzar...

-Al fin te encuentro. -Una voz de un chico se escuchó detrás de mí y solté la flecha bruscamente por la sorpresa. La misma golpeó una piedra cerca del venado, lo cual ocasionó que éste saliera corriendo espantado, y desapareciendo por el bosque.

Volteé frustrada para ver a Nicholas. Estaba vestido con su armadura de hierro pulido, y esbozaba una sonrisa asquerosamente amable, adornada por una barba de 5 días, tan pelirroja como su cabello tan largo que cubría sus orejas. A lo lejos percibí a su caballo, acompañado por otro, que supongo era del caballero más joven que desconocía, y que los tenía sujetos.

-Acabas de espantar mi cena. -Dije con cierto rencor.

-No tuvieses que cazar tu propio alimento si no hubieses renunciado, _______. -Murmuró. Yo suspiré.

-¿A qué viniste, Nicholas? -Me incorporé y coloqué el arco a mis espaldas.

-Lady Lauren pidió tu presencia. -Murmuró y yo le di la espalda.

-¿Ahora es Lady? -Comencé a caminar.

-Sí, el Rey Harry la nombró ayer. -Me siguió.

-Bueno. -Hice una mueca. -No creo que necesite mi presencia. Tiene una buena caballería a sus servicios.

-Me conmueve tu halago, pero debo decir que Lady Lauren se mostró muy confundida con tu repentina ausencia y pidió que te buscáramos de inmediato y te lleváramos de vuelta. Además, sabes que por tus grandes habilidades con el arco, tendrás un buen lugar en el castillo con toda la comida, bebida y vestimenta que desees.

-No gracias. Prefiero obtener las cosas con mis propias manos. -Me detuve y le di un vistazo burlón.

-Vamos, _______. No me obligues a llevarte a la fuerza. Me dieron órdenes de no regresar sin tu compañía, y pienso obedecer. -Parecía triste. Comencé a imaginarme qué clase de chantaje habían utilizado contra él para obligarlo a buscarme. -Por favor. No quiero luchar contra ti. Sólo será esta vez. Si vuelves a irte, prometo que no volveré a buscarte. -Suplicó.

Analicé su mirada. Y vi a lo lejos cómo el joven se acercaba junto a los dos caballos. Miré hacia los lados.

-Es bastante caprichosa, ¿no? -Dije y él asintió resignado. -De acuerdo. -Me rendí. -Sólo acompáñame a buscar algunas pertenencias, y luego marchamos de regreso.

Él sonrió ampliamente e hizo lo que le pedí. Luego de buscar la bolsa de cuero que contenía algunas de mis cosas, monté el caballo detrás de él y partimos de regreso al castillo del Marqués Michael, el padre de la ahora Lady Lauren.

El caballero nuevo no dejó de observarme de manera extraña durante todo el trayecto, pero yo simplemente lo ignoré.

Cuando llegamos, quise ir enseguida a los aposentos de mi anterior señora, pero Nicholas me detuvo.

-Debes lavarte y arreglar tu aspecto un poco antes de ir a su presencia. -Dijo y yo asentí. Me llevó hacia unos cuartos de lavado donde me aseé. Él me dio una vestimenta apropiada para presentarme ante la señora, sin armadura. Mantuve mi carcaj y mi arco en mi espalda, porque luego de escuchar lo que tenía que decir Lady Lauren, me marcharía.

Imagina... Con Lauren Jauregui.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora