-Ese es el freno, no el acelerador. -Dije aburrida.
-¿Sabes algo? Me rindo. -Se bajó de la motocicleta y yo la sostuve por los manubrios antes de que ella la dejara caer. -Le diré a Hannah que me quedo en caja y ya. -Coloqué el soporte de la moto.
-Si quieres trabajar aquí tienes que estar disponible para cubrir cualquier puesto. -Respondí. -A menos que quieras renunciar. Nadie te juzgaría. -Le sonreí con suficiencia.
-Muy graciosa. No quiero renunciar. -Se cruzó de brazos.
-Ni siquiera necesitas estar aquí. -Estaba comenzando a molestarme como por enésima vez desde que toda esta estupidez comenzó.
-Escucha, no quiero pelear. Sólo quiero hablar. -Intentó acercarse pero yo regresé a la pizzería. -_______, porfa, ya deja de ser así. -Comenzó a seguirme.
-Lauren, ya basta. -Dije sin verla. -Ni siquiera debería importarte.
-¿Por qué no? ¿Acaso no somos amigas? -Me frené cuando dijo eso y me di media vuelta.
-¿Amigas? -Ella notó de inmediato mi estado de ánimo.
-No vengas con eso de que si no hubiese sido por Normani ni siquiera me hubiese dado cuenta de que existes. Odio que siempre digas eso. -Ella también estaba molesta. -No nos habíamos conocido y ya. ¿Qué diferencia hay entre tú y yo? ¿Por qué estás haciendo las cosas tan difíciles? ¿Por qué te cuesta tanto hablar del tema? Yo sólo quiero apoyarte.
La miré en silencio sintiendo de nuevo la frustración.
-Me cuesta hablar del tema porque no quiero hablarlo, Lauren. Y no deberías obligarme porque no te incumbe. Olvídalo. -Entré a la pizzería pero ella vino detrás de mí.
-Yo quiero ser tu amiga. Yo soy tu amiga. -Recalcó. Le lancé una mirada de advertencia cuando noté que Hannah estaba atendiendo a alguien en el mostrador, así que hizo silencio enseguida.
Las dos caminamos sin decir nada hacia nuestros puestos de trabajo y nos enfocamos en nuestras obligaciones. Hannah notaba nuestro mal humor y nos lanzaba vistazos incómodos pero yo sólo me enfocaba en mi trabajo. Lauren aún no había pasado de las tareas más simples, claro, porque ella no estaba allí porque le interesaba ganar dinero, estaba allí para hacerme la vida imposible.
Ella estaba perdiendo la paciencia y se le notaba porque había dejado de ser juguetona. Ahora discutíamos, a veces muy fuerte, pero era porque yo había empezado a soltar comentarios afilados buscando que se ofendiera lo suficiente para que desistiera. Pero no. La molestia que obtenía en las discusiones la usaba como motivación para continuar y eso me sacaba mucho de quicio.
Normani tuvo que pedirme perdón de rodillas cuando molesta le dije que iba a renunciar del periódico como represalia por haberle dado mi número. Ha intentado convencer a Lauren de que me deje en paz, pero no lo ha logrado. Y no sólo por el asunto de mi amenaza, sino porque también se dio cuenta de que ya se estaba pasando de la raya con el temita de mis padres. Normani respetaba muy bien mi privacidad porque había entendido desde hace mucho tiempo que era la única manera de tener una tregua de no guerra contra mí.
El problema es que con Lauren yo no tenía la ventaja del chantaje. No había nada más importante de intercambio entre nosotras. Si renunciaba a mi trabajo la que iba a perder era yo. Y a ella no le importaba seguirme a cualquier lado. Era como un maldito chicle en mi cabello que había comenzado a ponerse seco y a amenazar en quedarse allí por siempre y la única manera de sacarlo era yo perdiendo algo. ¿Es que acaso esa chica no se cansa nunca? ¿Qué es lo que le interesa tanto?
-Tenemos unas entregas. Muchas, de hecho. -Dijo Hannah de repente, saliendo de la cocina. Yo tomé el casco pero Lauren salió al ataque.
-Yo te acompaño. -Dijo sonriente. A pesar de las discusiones, seguía haciéndome sentir boba con sus acercamientos y sus sonrisas.
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Imagina... Con Lauren Jauregui.
FanficOne shots de la increíble y perfecta Lauren Jauregui y tú. Gózalos 😉 ⚠️ ATENCIÓN ⚠️: Cada uno de los OS aquí escritos son de completa autoría de la escritora, con posibles ideas de los lectores, quienes reciben su crédito respectivo. Cualquier pl...