—¡miren quien volvió! —pronunció Manu del grupo del fondo una vez que la profesora fue a verificar unos libros.—¿No es acaso la cerdita? —gritó Diego quien golpeaba el pupitre de las sillas con sus manos.
Mientras yo tragaba saliva y me aguantaba las ganas de no salir dispara en cualquier momento.
Al dar la vuelta me encontré con un Jorge quien negaba con la cabeza y quien a simple vista se encontraba irritado, sus manos se encontraban empuñados como si fuera a pegar a alguien en ese instante.
—La cerdita oi, oi —gritó Alfredo y vi como Jorge se levantó de un solo golpe de su asiento.
—Ustedes —dijo apuntando con dirección a mis molestosos compañeros.
—¡Tranquilo Jorgito! —escuché. Nuestras miradas se cruzaron, veía ira en su mirar. No quería ver a Jorge peleando con alguien, temía que lo golpearan. —Yo me encargo de esto —pronuncio Jazmín.
—La verdad ¡No necesito ayuda! —exclame—La gente como aquellos —dije sin necesidad de señalar—, me dan pena —pause—aquellos son del tipo de persona que no tiene nada que hacer con su vida y para llenar el vacío que tienen agreden a la primera persona que tienen en frente —traté de verme lo más calmada y a la vez fría posible, aunque en el fondo me dañaba y mucho —lastimosamente no estoy disponible para calmar sus frustraciones, así que hagan lo que quieran pues lo único que obtendrán de mi ¡Si es que lo obtienen! —hice un ademan de comillas —es mi indiferencia y quizás un bostezo —miré a mi alrededor—Porque lo único que me dan es sueño.
*conciencia* muy bien dicho.
*yo* ¡No es el momento!
—Hay que malota resulto la niña —Gritó Jazmín. —mucho blablablá —hizo algunas muecas repugnantes —lo que entendí fue que te damos igual y lo demás ya no pude descifrar —Frunció el ceño— Simplemente no molesten a mi chacha porque yo lo ordeno ¡No querrán meterse conmigo! —Amenazó.
En ese instante Jorge salió furioso del salón.
—No me lo agradezcas —pronunció Jazmín.
—No lo haré —musite y Salí prácticamente corriendo de aquel lugar.
—¡Oye! ¡Oye! —Grité
Se encontraba trazando círculos en la arena, ya mucho más relajado.
Sabía que me había escuchado pero aun así ni se inmutó en mirarme.
—¿Estas bien? —consulté una vez que me senté al lado suyo.
—la pregunta es ¿Estas bien tú? —preguntó sin siquiera mirarme.
—¿Por qué tendría que estar mal?
—¿No te afecta que se estén burlando de ti?
—En absoluto —mentí.
—Eres una masoquista.
—Quizás —susurre.
Un incómodo silencio se hizo presente.
—Gra-gracias —pronuncie
—Gracias ¿Por qué? —arqueo las cejas.
— por lo de hacerrato —dije—No lo hice por ti —habló seco.
—¿Entonces?
—Creo que te están prestando mucha atención y molestando a los que realmente venimos para estudiar —pauso—con todos esos ruidos ¿Cómo uno puede concentrarse?
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Llena de amor
Short StoryMe llamo Yeruti tengo 19 años soy una mujer "llena de amor" para no hacerles la historia de que estoy gorda, hoy es mi primer día de clases en la Universidad; soy huérfana e pasado toda mi vida en un orfanatorio, pero eso nunca logro apagarme. Hoy...