Capítulo 31 - Corazones rotos

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-porque yo Yeruti.... se lo del diario.

La intensidad del viento aumentaba cada vez más, con la misma intensidad que tenía ganas de salir corriendo.

-¿vas a negar cada palabra de aquel diario?

Empezaron a caer gotas a mi rostro y no eran mis lágrimas, probablemente se asomaba una tormenta.

-ya es tarde y mañana tengo que trabajar-me excuse-no estoy en busca de un resfrío-hable abriendo la Palma de mi mano derecha y dejando que caigan gotas pequeñas de lluvia en ella.

No emitió ningún sonido por lo que aproveche y di media vuelta, pero sus manos fueron más rápidos y me tomaron de la cintura.

-Di que me amas...

Su voz ronca sonaba desesperada, para nuestra mala suerte la lluvia empezaba a aumentar la velocidad.

-por favor... déjame ir...

-¡Di que me amas!

Las gotas golpeaban mi rostro, estaba casi completamente empapada.

-No te amo.

Hable apenas intentando que no entraran gotas a mi boca.

-Mientes...

-¡No te amo! ¡entiendelo!-tirite con rabia mientras me soltaba de su agarré-no lo niego, alguna vez me gustaste y mucho-sus ojos se abrieron a pesar de la intensidad de la lluvia-pensé que te amaba pero no es así... no es asi.

-mientes, eres una mentirosa Yeruti.

-¡Ya déjame ir! ¡Déjame en paz! -di unos pasos detrás-ahora estoy enamorada de alguien más... Yo ya no te quiero.

-¿Es Francisco verdad? -asenti con la cabeza ya totalmente mojada.

Miro alrededor movio las manos, estiró su cabello mientras gritaba con frustración.

-¿Es su dinero, Yeruti?

-¿Qué?

-que si estás con el por si dinero...-arrastró cada palabra.

Eres un idiota...

-Eres un idiota...

-¿Lo amas?

Asenti con la cabeza.

-Lo soy-hablo-soy un idiota- soltó, para luego darse vuelta y desaparecer.

Yeruti y Jorge jamás se escribiría en la historia.

Luego de aquel incidente me dispuse a bañar y deshacer de toda la ropa húmeda, los recuerdos me invadían sin ningún consentimiento, Jorge aún me parecía atractivo y aún sentía algo pero ese algo ya no era amor, estaba totalmente segura.

Rode un par de veces en la cama, cosa que a pesar de mi condición física me resultó difícil ya que me había golpeado la nariz en más de dos ocasiones. Aguardaba aquel mensaje que no recibí en todo el día. kat me habría hablado de los celos de pareja y de la invasión de la privacidad y demás cosas mientras descansabamos en el trabajo, mientras yo le comentaba que no había tenido señales de vida de Francisco.

-Estará con una rubia despampanante.

Comentó mi amiga mientras colocaba la expresión más sería que podría regalarme.

-¿Será?-consulté dudando-es que no me comentó que tendría una reunión-agregué.

Inmediatamente Kat empezó a carcajear.

-¡eres tonta Yeruti! -hablo mientras calmaba su risa desesperante-deberías estar celosa en este momento e ideando maneras de como controlar a tu hombre en vez de estar pensando que las mujeres son sólo para reuniones-volvió a carcajear y más fuerte.

-No se kat, pongo totalmente mi confianza en Francisco. El realmente me ama.

-bueno gordita bella, yo sólo decía... en cierta parte es bueno no ser una celomaniatica-dió leves golpecitos a mi espalda-Francisco se ha ganado un gran mujeron.

¿Estará Francisco con una rubia despampanante?

Moví aceleradamente la cabeza para lograr apartar cualquier pensamiento negativo.

Francisco no es así.

Francisco no es así.

Luego de varias vueltas me gane un gran mareo y por consiguiente mucho sueño.

***

Al día siguiente a pasos del trabajo, acelere el paso para llegar a la caseta de revista que se encontraba casi a la entrada de la revista Tv más, me encantaba revisar cada página antes de ingresar al trabajo a sabiendas que algún día sería yo una de la que escribiría en él. Ignoraba totalmente la portada de aquella semana y si sabía lo mucho que me doleria quizás jamás me hubiera animado a verlo.

"El gran empresario Francisco González comprometido con la bella Gabriela Canale hija del gran empresario Gustavo Canale"

Título principal con una gran portada que caracterizaba a la empresa, Francisco y una rubia despampanante abrazados y sonriendo.

Las primeras lágrimas aparecieron.

"Con la compra de tu revista. adicional Consejo de como enamorar a una gorda sin morir en el intento" pag 35.

Rápidamente deslice mis dedos en la revista hasta llegar a la página indicada. Una foto mía sonriendo a la cámara con los pies descalzos y el cabello suelto, aquella foto fue la primera que Francisco me había sacado.

Francisco no es así.

Francisco no era así.

Ni recuerdo en que momento empecé a sollozar sin importarme el mundo entero.

***

¿Qué alguien me explique porque estoy llorando? 😭😢😢😭

Llena de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora