Me llamo Yeruti tengo 19 años soy una mujer "llena de amor" para no hacerles la historia de que estoy gorda, hoy es mi primer día de clases en la Universidad; soy huérfana e pasado toda mi vida en un orfanatorio, pero eso nunca logro apagarme.
Hoy...
Mi corazón sucumbió al verlo parado en la esquina de mi pequeño hogar, pestañee más de cinco veces obligándome a creer que aquello era imposible... ¿Cómo podría haber llegado hasta aquí? ¿Cuáles serían los motivos que lo traerían de nuevo a mi?
"El no está aqui" trate de convencerme cerrando por sexta vez los ojos.
-No me vuelvas a dejar -escuche mientras unos brazos me acorralaban.
No era un sueño... Francisco estaba frente a mi. Me solté inmediatamente de sus brazos, la rabia y la tristeza me invadían.
¿Que haces aquí? Quise preguntar pero no logre emitir ningún tipo de sonido.
Sus mirada parecía desesperada, no era el mismo hombre que había conocido, el Francisco que se encontraba frente a mis ojos se encontraba descuidado, a simple vista parecería que habían pasado meses sin barbearse y sin usar correctamente el agua (exagerando la situación para lograr odiarlo).
Evite seguir viendo cada detalle de su rostro, que a pesar de estar descuidado aún seguía siendo un hombre atractivo a la vista y me dispuse a continuar mi camino. Ningún hombre se burlaria de mi y volvería para continuar con su cometido... Ser masoquista no era parte de mi nueva Yeruti. -Yeruti -pronunció en súplicas pero ignore aquella voz y continúe caminando, sentí sus pasos detrás de los míos y no pude evite salir corriendo.
Fue de esa manera que perdí toda vista de el hombre que había destrozado mi alma y mi corazón.
Pasaron 5 meses de aquel día sin noticias o aparición alguna del dichoso hombre.
Tal vez realmente todo había sido parte de mi imaginación o de mis sueños.
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