Capítulo 18 "Las entrevistas 1ra parte"

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Le pregunte a mi abuela sobre mis padres mientras caminábamos de regreso a casa y cuando me iba a contestar una fuerte voz llamándome por mi nombre nos interrumpió:

—Yaretzíííí, ya esta obscureciendo y hace un poco de frio, ¿Te gustaría que hiciéramos una fogata y quemar bombones en el fuego?— Era Rafael Junior, quien sonriendo se acerco a nosotras.

—Mira muchacho, ve a tu casa o a hacer tus cosas, Yaretzí esta cansada por el viaje y sinceramente eso de los bombones y la fogata no va contigo.— Le dijo mi abuela casi corriéndolo de ahí.

—Pero nana Julia, deja que Yaretzí conteste, además tal vez quiera conocer el pueblo y yo puedo ser su guía de turistas, hasta puedo ir ahora mismo con ella a la plaza para invitarle un helado de fresa.— Mi abuela lo veía con ojos asesinos y yo reía en mis adentros, primero quería hacer una fogata porque estaba frio y después me quería invitar un helado, su contradicción era notoria.

—Mejor vete muchacho, mi niña no es como las chicas que estas acostumbrado a tratar, anda regresa otro día.— Yo no pude resistir la risa, mi abuela me estaba cuidando en exageración, además puede tener razón, este joven esta tan sexi que no dudo que tenga varias chicas a su alrededor coqueteándole.

—¿Ya hablaste con tus padres Rafael?— Le pregunte ansiando un si como respuesta.

—Claro que si preciosa, les emociono saber que estas aquí y vendrán mañana por la tarde a conocerte, yo los traeré para que les preguntes todo lo que desees saber.— Ese "preciosa" sonó muy halagador, sus finas facciones en su rostro y el entusiasmo que mostraba lo hacían verse muy provocativo.

—Quieto veneno, no seas igualado y respeta a mi nieta, llamala por su nombre y evita tus halagos baratos que ella no nació ayer para creerse tus frases infantiles, así que hasta mañana y si tienes frio ve y busca una cobija en tu casa para que te arrope, anda y ve.— Jajajajajaja nana Julia lo encaminó a la salida del jardín y el se fue despidiendo de mi con su mano alzada y moviendola  en señal de "adiós".

Ya en casita frente al televisor, mi abuela me dijo que mi madre se sentaba en el mismo sillón donde estaba yo para escribir su diario todos los días, también me contó que cuando estaba embarazada de mi, escribía y después arrancaba las hojas con desesperación y coraje por las circunstancias que la agobiaban, su dolor por no tener a mi padre a su lado y sentirlo perdido la hizo sufrir mucho, ahora entiendo porque casi no había hojas escritas de cuando ella estuvo embarazada.

Le pregunte que paso cuando regreso mi padre al pueblo y ella comenzó su historia así:

—Ahhh mi niña Izel, — Suspiro profundo y prosiguió. —Cuando yo vi a James en su regreso el estaba aquí mismo en esta sala hablando con tu madre, yo entre por esa puerta y el te tenia en sus brazos, ese chico estaba llorando de felicidad, me vio y exclamó: ¡¿Lo puedes creer nana?! Soy padre de esta hermosa criaturita, el tocaba tu pequeña manita y la frotaba contra su mejilla, sus lagrimas resbalaban y le pedía perdón a tu mamá por haberse marchado cuando mas lo necesito.

Ellos ya habían hablado mucho antes de que yo llegara, me gustaría decirte lo que me platico mi niña  Izel que sucedió ese día pero prefiero que un día ella te lo diga personalmente, no me corresponde a mi contar asuntos personales de ella.

James no se quería separar de ti, me pidió el teléfono y hablo para Estados Unidos, le contó muy emocionado a su madre que era padre de una hermosa niña y que se quedaría mas tiempo de lo que pensaba aquí en el pueblo, tu abuela paterna recibió con alegria la noticia y al día siguiente viajo para acá para conocerte, ella llego justo antes del juicio de tu madre.

—¿Que fue lo que paso ese día abuela? ¿Cómo reaccionó papá al conocer la noticia de que por infidelidad podrían desterrar a mi mamá de este pueblo?—

LA PROMESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora