¡La historia de James el fuereño!

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(Yaretzi) Sigo emocionada leyendo el diario de mi mamá, me parece emocionante conocer la vida de mis padres y saber detalles que quizás ellos nunca me contaran, estoy consiente que si mamá se entera no le parecerá gracioso... ni modo aquí vamos pagina tras pagina otra vez.

"Querido diario" ya han pasado varios días desde que James entro a trabajar al molino y me doy cuenta que lo juzgue mal al principio, aquí te cuento una anécdota...

—Hola James buenos días, ¿como sigue Don Sebastián de salud?— El estaba abriendo la puerta del molino y solamente movió la cabeza he hizo un gesto de tristeza al contestarme.

—No muy bien "trencitas de oro", me duele porque el ha sido como un padre para mi, lo único en que lo puedo ayudar mas es brindándole mi compañía... nada mas—

—Ahhh, que mal— dije suspirando pues yo quiero mucho a don Sebastián también, hasta ese momento noté que  ya no me importaba que James me llamara "trencitas de oro", pues no tenia de malo además siempre traía mi pelo trenzado para trabajar.

—Te contare algo "trencitas de oro", yo vengo del Este de los Ángeles California, allá nací y crecí al lado de mi madre y el viejo Sebas, mi padre abandono a mi madre embarazada y ella se dedico a trabajar para salir adelante como madre soltera...—

El seguía hablando y trabajando al mismo tiempo, yo lo observaba y pude sentir la sinceridad en sus palabras, las decía con tanto sentimiento que sentía traspasaban hasta mi alma...

—Mi madre era amiga del viejo Sebas y el la apoyo siempre, todavía no entiendo como nunca se casaron si se la llevaban tan bien, un dia después de que mi madre fue ha saludar al viejo Sebas, pues el vendia fruta en un puesto del supermercado, mi madre con casi los 9 meses de embarazo cruzo la calle sin poner atención y un auto la atropello.

Inmediatamente  fue llevada al hospital y le hicieron cesárea, yo nací con un golpe en la cabeza a causa del accidente, estuve internado y luchando por mi vida, pero fue un 21 de Marzo cuando este "Hombre" vino al mundo, ¿como la vez trencitas de oro?

—¡Yo también naci un 21 de Marzo!, ¿que edad tienes?— Le dije intrigada ante esa coincidencia dejando de trabajar por un momento.

—17 años,  ¿Y tu?—

—También 17, entonces nacimos el mismo dia, ¿a que hora naciste tu?— le seguía cuestionando incrédula.

—A las 10 de la mañana, ¿tu sabes tu hora de nacimiento?—

—Si, a las 12 del medio dia, cuando las campanas de la iglesia sonaban, que gran coincidencia, ¿no lo crees?—

—¡Si!, es cierto, pero apurate trencitas porque los clientes llegaran y todavía no estamos listos.—

—Esta bien.— Yo solo me apresure a seguir con mi trabajo aunque seguía pensando en la platica, el dia transcurrio normal y James estaba tomando practica y hacia todo mucho mas rápido, asi que al terminar con los clientes mientras preparábamos todo para el dia siguiente seguimos platicando.

—¿Y que hay de ti? "trencitas de oro" ¿Cómo ha sido tu vida en este pueblo de cañaverales?, ¿algo interesante te a ocurrido?—

—Que te diré...— Ya me estaba acostumbrando a su tono burlon y sarcástico por lo tanto ya no me ofendí. —Pues yo soy huérfana y he vivido toda mi vida en este pueblo que adoro, mi nana es como mi madre y mis amigos del orfanato son mi familia también, sin dejar a un lado a don Sebastián, desde que el llego a este pueblo me siento muy bien con su amistad también.—

—Yo no, desde que el se vino de Los Angeles yo me sentí abandonado... el me ha hecho mucha falta, empeze a ir mal en la escuela a juntarme con malas companias y haciendo quedar mal a mi madre que ya no encontraba que hacer conmigo, me meti en pandillas me arrestaron y perdi tiempo de clases, fue entonces que mi madre me ofrecio venir aquí para ayudar al viejo Sebas y... aquí estoy.—

— Ummmm, toda una fichita eh, Te invito a ir a mi casa a conocer el sembradío de gladiolas y de paso comemos, ¿que te parece? a nana Julia le dara gusto verte.— le dije un poco emocionada pues sentía la necesidad de tener su compañía mas tiempo.

—Esta bien, solo le avizo al viejo Sebas y nos vamos ok.—

—Date prisa para limpiar y te muestro parte del pueblo.— No sabia el porque de esa emoción momentánea, tan solo me sentía dichosa y segui trabajando feliz.

—Heyyyy Linda vámonos.—

—"Eh".— Me quede helada cuando lo escuche con tono natural llamarme "linda", mirándolo fijamente le pregunte. —¿porque eres tan confianzudo?, ¿no puedes solo llamarme Izel?—

—Ya lo comprendi, tu eres bipolar, si te digo "trencitas de oro" de cariño tampoco te gusta, te llame 'Linda' ¡¡¡¡PORQUE LO ERES!!!!, tienes una belleza que nunca vi en nadie antes y mira que en Los Angeles yo tenia muchas chicas a mi alrededor.—

—¡Vámonos!— No sabia si tomarlo como un cumplido o no, solo lo veía a el tan natural que no le di mas importancia, salimos del molino y mi casa queda como a 5 cuadras de ahí, yo le contaba la historia de mi pueblo y los sitios turísticos que teníamos mientras caminábamos, la gente curiosa nos volteaba a ver y yo solo los saludaba.

Llegamos a mi casa y lo lleve directo a el sembradío de gladiolas, el las veía maravillado... por un momento se quedo con la vista perdida observando los diferentes colores de las flores, yo vi a mi nana aproximarse y ella me sonrio sin sorprenderse por la presencia de James, mi nana se acerco a el y le dijo:-

—Hola muchacho, ¿son hermosa las gladiolas verdad? nosotros las vendemos a un distribuidor y el las entrega en diferentes florerías, que opinas de eso.— Mi nana orgullosa le hizo la pregunta y el solo la miro sonriendo y contesto.-

—"Nana",  "que alegría volver a verte, gracias por cuidar mis hermosas gladiolas"— James seguía como en trance y yo ya no entendía nada, menos cuando mi nana abrazándolo emocionada le dijo:

—"Alberto muchacho de mi corazón" yo sabia que te volvería a ver, mirate nomas que diferente volviste, te extrañe tanto.—

—"Queeeee", yo estaba boquiabierta, ¿acaso se estaban volviendo locos?— James reacciono diciendo:

—¿Que le pasa señora?, Izel me invito a comer y solo le recuerdo que mi nombre es James, (rayos tan rara la ahijada como la madrina).— Lo alcance escuchar murmurando al tiempo que se soltaba del abrazo de mi nana.

Toda la tarde estuve disfrutándola mucho, me sentía muy bien con el y lo miraba atentamente cuando el no se daba cuenta, creo que lo empiezo a ver atractivo aunque siempre se vea despeinado y desfajado en su forma de vestir.

Querido diario, no se lo que me pasa, estoy dejando de extrañar a Rafael... creo que eso no es bueno.

(Yaretzi) Hasta aquí con la lectura el día de hoy, devolveré el diario a su lugar antes de que venga mi madre, creo que no dormiré de la curiosidad de que sigue, sobre todo porque siguen como descerebrados nombrando a mis abuelos cada rato.

LA PROMESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora