Ésta vez, no iba a ser fácil contenerme. Tenía la rabia almacenada en alguna parte de mí desde hace unas cuantas semanas.
-¿Palabras de sabio?- pregunté retórica y solté un suspiro.
-¿Cómo haz estado?-.
¿Es qué acaso la gente no tiene otra maldita pregunta para hacer?
-Bien, supongo- respondí mientras bebía un sorbo de agua.
-¿Y Harry?- mi corazón se detuvo. Ésa era la pregunta que no esperaba.
-No es tu asunto, Brandon- le advertí.
-¿Se han peleado?- preguntó ignorándome.
Cerré los ojos intentando que mi tolerancia no se derrumbe.
Asentí sin saber por qué.
-¿Te ha hecho daño?-.
Si seguía con esa incómoda conversación, terminaría llorando y en los brazos equivocados.
Sabía que no era el momento adecuado, y mucho menos Brandon no era la persona correcta para desahogarme, pero mi débil corazón ya no podía contenerlo más.
-Sí- dije casi en un susurro y levanté la vista para evitar dejar caer lágrimas-.
Sentí su tensión.
-¿Te ayudaría si te digo que lo mataré?- preguntó él intentando -irónicamente- aliviar la situación.
-No, pero gracias por el intento- respondí sincera.
El sonrió. Y me pareció la sonrisa más honesta y sencilla que había recibido de parte suya. Parecía relajado y no a la defensiva como lo había estado siempre. Me recordaba vagamente a alguien, pero no sabía quién.
Nunca había observado el rostro de Brandon con especial atención.
En realidad era bastante atractivo, si lo combinara con una buena personalidad, quizás sería un buen partido.
-¿Porqué te interesas tanto en mí?- le pregunté saliendo de mis cavilaciones.
La tensión volvió a dominar el ambiente.
-No lo sé- respondió nervioso.
-¿Te gusto?- arqueé una ceja mientras bebía otro sorbo de agua y observaba la muchedumbre bailar.
El sonrió divertido.
-No del modo que crees-.
Su respuesta me sorprendió.
-¿Ah no?- dije curiosa- ¿de qué modo crees que creo que te gusto?-.
-Eso me ha sonado como un trabalenguas- dijo entrecerrando los ojos y reímos- no lo entenderías-.
Suspiró.
-Supongo que no-.
La fiesta fue bastante divertida; charlé con algunas personas que conocía de la universidad, y descubrí que una que otra podían ser realmente agradables. Depende quién.
-¿Te estas divirtiendo?- preguntó Zayn tomándome de la cintura.
-Sí, algo- sonreí débil.
-¿Ese es Louis?- preguntó mientras hacía chica la vista. Inmediatamente levantó una mano haciéndole señales- ¡Louis, hermano!-.
-Hola Zayn, hola bombón- dijo Louis acariciando mi mejilla.
No lo había visto hace unas cuantas semanas desde aquella fiesta.
-¿Porqué a mi no me llamas bombón?- preguntó Zayn agudizando la voz y los tres reímos.
-Lo siento Zayn, ¿cómo estas bombón?- reaunudó Louis divertido.
-Genial, ¿y tú?- ésa maldita voz femenina que hacía Zayn cuando intentaba hacerte reír era realmente útil.
Estallamos en carcajadas y nos quedamos hablando de que sólo faltaba un mes para las próximas vacaciones.
Una vez que Zayn regresó con Jenifer, me quedé charlando con Louis, hasta que inevitablemente surgió esa pregunta.
-¿Y qué tal las cosas con Harry?-.
Tragué en seco.
-No le he visto desde ese día- aclaré intentando dar fin al tema.
-¿No haz hablado tampoco?-.
-No-.
El suspiró.
A eso de las tres de la mañana, me dirigí a dónde se encontraba Zayn.
-¿Estas muy ebrio?- le pregunté observándolo.
-¿Qué?- preguntó riendo.
-Nos vemos- le dije con una sonrisa y intenté besar su mejilla pero el buscó mis labios- ¿qué haces?-.
El estalló en carcajadas y yo sólo arqueé una ceja.
-¿Ni borracho me besarías? Pensé que te aprovecharías de mi,... lo haz deseado todo el tiempo, lo sé- bromeó y me reí.
Tomé su rostro entre mis manos y planté un beso en su mejilla.
-Adiós, moustrito, me alegra que al menos sonrías- me dijo despidiéndose y lo abracé.
-Gracias por intentarlo-.
Salí de la casa sin despedirme de nadie más.
¿A dónde diablos podría ir? Sin auto, sin dinero, y a más de cincuenta cuadras de la Universidad, sin contar el campus. Genial.
Podría llamar a Danielle. Rebusqué en mi bolso hasta que las ví. ¿Cómo no se me había ocurrido? Las llaves de mi antiguo departamento. No estaba muy lejos, aunque pasaría por algunas calles peligrosas. De todos modos, ¿tenía otra opción? Estaba más que segura que la noche de mi mejor amiga estaría yendo de maravilla e interrumpirla de ese modo sólo empeoraría las cosas.
Caminé decidida por las frías y oscuras calles de Holmes Chapel.
Para acompañarme un poco saqué el mp4 y puse la primera canción que vi.
'Somebody that i used to know'. La letra se asemejaba irónicamente a mi situación.
Si había algo que me gustaba, era caminar mientras escuchaba música. Me hacía sentir como en las películas; algo ridículo pero realmente divertido si lo considerabas.
Observé nostálgicamente las calles desiertas del pueblo sabiendo que sería quizás la última vez. Ya lo había decidido, luego de las vacaciones de verano me transferiría a la Universidad de California, en Estados Unidos.
En un abrir y cerrar de ojos me encontraba frente a mi viejo departamento, y frente a el tormento que alguna vez creí, fue el amor de mi vida.
