-¿Qué hora es?- preguntó ella y luego bebió jugo.
-Las diez, ¿porqué?-.
-A las once debo ir por mi padre a la parada de autobús-.
-Te llevo- le ofrecí.
Ella me miró incómoda.
-Bien. ¿Y la empresa?-.
-Dejé a Sara a cargo unos cuantos días-.
Ella asintió.
Y luego ocurrió algo que nunca había pasado entre nosotros, ¿silencio incómodo? Yo no sabía que decir y ella simplemente no hablaba. Cuando estábamos juntos, lo único que nunca faltaba eran palabras y acciones. Si no hablábamos era porque simplemente no había nada que decir, o probablemente porque yo estaba ocupando su boca con la mía o con otras cosas...
-Necesito hablar- suspiré.
Tenía un plan, y sólo una hora para llevarlo a cabo.
-Dime- dijo observando la televisión de la cafetería y luego desvió su mirada hacia mi- ¿si?-.
-Nunca me haz dejado explicarte que sucedió aquella noche en la fiesta- comencé pero ella hizo una mueca y luego levantó las manos.
-¿No crees que eso ya es parte del pasado, Harry?- preguntó con inocencia- es decir, podrías habérmelo explicado antes-.
Me enfadé.
-¡¿Y cómo se suponía que te lo explique si te marchaste?!- escupí desahogándo el fondo de mi corazón que aun tenía rencor, ella me miró sorprendida- ¡siempre soy yo el que comete errores!- dije como si lo echara en cara- ¿tú nunca haces nada mal?-.
Ella me fulminó con la mirada. Bien, mi plan comenzó como la mierda.
-Tú dijiste que me amabas, pensé que lucharías un poco más por mi- dijo seca y sin levantar el tono de voz- quizá ese haya sido mi peor error-.
-Vamos que eres autosuficiente, cariño- ataqué ácido- ¿cómo pretendes que luche por ti si te vas? ¡Tú sólo me dejaste!-.
Ella desvió la mirada, sabía que tenía razón.
-Así no se resuelven los problemas, uno no se va y se olvida de todo-.
-Yo no lo he olvidado- me dijo ella.
-Pues yo tampoco- fruncí el ceño. -Te amé tanto como pude, y esa maldita noche en la que me viste besar a Caroline, intenté explicarte. Pero como siempre... no me creíste-.
-¿Explicarme qué?- dijo ella enojada- ¿que tus labios casualmente se encontraron con los de ella? ¿que nunca podrías cambiar por mi? ¿o que mi amor no era suciente para dejar tu lado mujeriego?-.
-¡No lo entiendes!- gruñí- ¿porqué diablos no me crees? Te juraría por lo que más quiera que yo no la besé, __________-.
-Ése no es el punto- dijo ella serena- ¿no recuerdas mi última noche en Londres? ¿cuántas llamadas tenías en aquel celular que destrozaste? Apuesto lo que sea que en cuanto me fui de la fiesta ya estabas empezando a hacer un par de llamaditos. ¿Acaso no puedes pasar ni una noche solo?- me acusó con el ceño fruncido.
-No quería mostrartelo porque tenía el buzón lleno de mensajes de Caroline- admití y ella arqueó una ceja victoriosa- y no, yo no los respondí. Simplemente ella se disculpaba por haber destruído lo nuestro-.
-No me digas, ¿y se supone que debo creerte?- me escrutó con una mirada sarcástica.
-Ése es tu problema. Vives recordándome lo que fui, y justamente por eso no confías-.
-¿Así que mi problema es la confianza? Pues el tuyo son la mujeres- dijo cruzándose de brazos
La imité.
-¿Y tú estas segura de que Louis no te engaña?-.
{Narras tú}
-¡Por supuesto que sí!- le exclamé enfadada.
Puto Harry, ¿cómo podía estar acusando a mi novio? Y más aun sabiendo que él era el tipo más casanova del planeta.
-¿Y porqué confías en él y en mí no? ¿Acaso crees que yo soy el único que tiene un pasado de mujeriego?- me dijo y eso le dió al clavo.
Evité las lágrimas.
-Lamento desilucionarte pero Louis no ha sido muy diferente a lo que yo era, recuerda que era mi mejor amigo, y lo conozco-.
Tenía razón. Fruncí el ceño y los labios en una linea recta. Si hablaba, mi voz me delataría, aunque mi rostro posiblemente ya lo habría hecho.
¡¿Es que no se podía confiar en nadie?!
Suspiré enfadada.
-Lo único que quieres hacer es confundirme, es tan típico de ti que no me sorprende ni lo más poco-.
-¿Yo confundirte?- dijo inocente-. No, encanto, tú piensas demasiado en estúpideces, y pones la vista dónde no va-.
-¿A qué te refieres?-.
-Estás tan preocupada encontrandome hasta el mínimo defecto que te crees que Louis es el tipo perfecto-.