-Es mejor que no lo sepas- se rió- estoy como en un estado de estupidez extremo- explicó- es como si estuviera borracho, diré todo lo que no quiero decir sobrio-.
-Ya quisiera escucharlo- sonreí divertida.
-Sigue soñando- replicó en mi mismo tono devolviéndome la sonrisa.
Llegamos a la lujosa mansión Malik. Fue en ese momento en el que me agradecí mentalmente por haber decidido ir elegante. De otro modo, me sentiría incómoda.
Dos grandes columnas blancas encerraban la sencilla pero hermosa entrada con un gran portón negro. Al abrirse, me sorprendí aún más.
Un camino de cemento se extendía a lo largo de la propiedad hasta llegar a la enorme casa situada casi al fondo. Enormes jardines se ceñían alrededor del camino. ¿Cómo podía existir tanto lujo en un pueblo como aquel?
-Te haz quedado callada- dijo Zayn mientras conducía a lo largo del camino.
-Es que… es…- busqué las palabras- sorprendente- el me sonrió-.
-¿Nunca te había traído aquí?- preguntó intentando memorizar y lo miré suspicaz.
-De tantas chicas ya ni lo recuerdas, ¿verdad?- ambos reímos.
-Nunca traigo chicas aquí, considérate afortunada- fingió una mueca de arrogancia y volví a reírme.
-Baja los humos, galán-.
Estacionó sobre el garaje y me abrió la puerta.
Observé la hermosa casa, parecía antigua.
-Es del siglo XVIII- me dijo Zayn, adivinando mis pensamientos y lo observé maravillada- fue remodelada. Te sorprenderás al ver el interior.
Pasó su mano por mi hombro y me acompañó hacia adentro.
La acogedora recepción era sumamente elegante, pero aun así era totalmente moderna. Todo era en matices de azul y negro.
Fue enseñándome habitación por habitación mientras yo me maravillaba. ¿Quién lo diría?
-Es preciosa, Zayn- dije cuando terminamos de recorrer toda la mansión y nos dirigimos al parque trasero que parecía más un pueblo que otra cosa.
-Me alegra que te guste- se tocó la corbata incómodo- no me gusta usar traje, supongo que ya lo haz notado- reí divertida.
-Una casa antigua por fuera, con el interior más moderno que en “Futurama”- observé.
Estalló en carcajadas, mientras que con su mano me empujaba lentamente de la cintura hacia su madre que estaba organizando unas cosas.
-¡Cariño!- chilló su madre contenta- ¡haz llegado! ¡y con ________!- sonrió mientras nos abrazaba a ambos- estás bellísima, cariño.
-Gracias señora Malik, igual usted- dije mientras ella besaba mi mejilla.
-Oh, vamos, más confianza __________, llámame Trisha- me animó- ¿cómo haz estado? Moría por verte desde que nos conocimos en aquella reunión, Zayn no ha dejado de hablar de ti- éste último mencionado miró a su madre con enfado y arqueando las cejas yo solo sonreí.
-Muy bien- le respondí y dirigí mi mirada a Zayn- ¿así que hablas mucho de mí?- le di un codazo amistoso.
-De todos modos, aunque me la pasará hablando de ti, no terminaría de describir tu… explosiva… personalidad- rió.
La noche pasó lentamente y la casa se llenó de gente. ¿Acaso había ido todo el pueblo? Y de seguro ya que vi unas cuantas caras conocidas, del instituto, de los mercados y las tiendas.
Habían personas en absolutamente todas las partes de la casa. El jardín trasero contenía al menos unas cien o quizás más. Algunos bailaban animadamente en la pista. Otros debatían en mesas, mientras que unos se besuqueaban en asientos cerca de la arboleda, y otros comían hasta no poder más.
