Capitulo 43

147 8 0
                                    

-Atención clase, dejen el trabajo práctico que les he dado la semana pasada sobre mi escritorio por favor.

Tomé el trabajo en un folio que tenía dentro de mi carpeta, y antes de que me levantara, Phillip se ofreció a llevarlo.

-Gracias- le dije mientras el sonreía.

Se acercó al escritorio del profesor Baxter y dejó los trabajos, pero antes de que se marchara el profesor lo interrogó, y ambos comenzaron a hablar animadamente mientras la clase volvía a su barullo habitual.

-¿Así que te agrada Phillip?- susurró Harry en mi oído y me sobresalte.

-¿Qué haces aquí?- pregunté aturdida- vuelve a tu banco, Harry, la clase ya ha empezado.

Se sentó a mi lado y me miró divertido.

-Mi compañera de banco es demasiado aburrida, así que vine contigo- explicó- me pareces más interesante.

Arqueé una ceja y lo miré interrogativamente.

-No te hagas el idiota-.

-No lo hago, me quedaré contigo hasta que Phill vuelva, pero parece que su charla con Baxter es para rato así que podemos hablar…-.

Su tono era curioso pero aun así burlón. Maldito rizado entusiasta.

-Así que… ¿de qué hablaban?- preguntó él.

-No te interesa-.

-Todo de ti me interesa- bromeó.

-Pues esto no-. 

Intentaba ser lo más cortante posible, pero Harry me la estaba complicando.

De un momento a otro apoyó su mentón sobre mi hombro y me miró fijamente.

-¿Sucede algo?- pregunté intentando apartarlo.

-Eres hermosa-.

“No te sonrojes, no te sonrojes, no te sonro…” diablos.

-Y ahora te ves aun más hermosa con ése lindo rubor en tus mejillas- sonrió tierno y no pude evitar sonreírle de nuevo.

-Eres agradable cuando te lo propones- comenté.

-Puedo serlo todo el tiempo-.

-Puedes, pero no quieres- adiviné.

-Hay veces que necesito ser rudo-.

Por el tono en que lo dijo capté al instante su capciosidad y perversión.

-Rudo- repetí con la vista fija al pizarrón.

-Exacto, ¿alguna vez algún hombre ha sido rudo contigo?-.

Se estaba pasando de descarado.

-No- entrecerré los ojos, sin mirarlo ni de reojo- eso no me gusta.

-Apuesto a que de vez en cuando, te gustaría algo rudo-.

No debía preguntarle a que se refería con “algo rudo”.

-De hecho no- dije tranquila observando a Phill que ahora había acercado una silla al escritorio del profesor. Diablos qué tipo social.

-Apostaría todo a que sí-.

-Pues lo perderías todo- dije cortante.

-Estoy seguro-.

-¿Ah sí?-.

Bien, otra vez a los mismos jueguitos de siempre. 

-Por supuesto, pero si quieres demostrarme que no te gusta la rudo, aceptaré con todo gusto- apreté los dientes.

Y él sonrió triunfador.

Who do you think you are?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora