Capitulo 40

146 8 0
                                    

-Bien, ¿nos vamos?- pregunté luego de que la rubia se fuera.

-¿Tan rápido? Recién acabo de llegar- dijo Harry.

Dani me miró suspicaz y yo le lancé una mirada de “te lo contaré luego”

-Llegaremos tarde a inglés-.

-Aun faltan veinte minutos- Harry frunció el ceño- ¿no quieres estar conmigo?

“¿No quieres estar conmigo?” había tantas versiones de mi respuesta a esa cuestión.

“Sí”, “no”, “tal ves”, “he aprendido”, “ven aquí”, “fóllame”.

-Se nos hace tarde- volví a repetir evitando su pregunta.

-Si __________, yo me voy marchando que tengo clase de literatura inglesa- anunció Dani- ¿la puedes llevar?- le preguntó a Harry y la miré enojada.

-Llego tarde y aun él no se va de aquí, llévame tu- casi le rogué a Danielle y negó con la cabeza.

-Es muy temprano, ¿justamente ahora se te ha dado por llegar temprano?- preguntó sorprendida pero con una sonrisa.

Y volvió a mirar a Harry que asintió rápidamente a su pregunta anterior.

-Nos vemos- besó mi mejilla y salió disparada de la cafetería a su convertible.

Suspiré resignada y me senté, apoyando mis codos sobre la mesa, y el rostro sobre mis manos.

-¿Qué sucede?- preguntó Harry mientras bebía café.

Lo miré.

Diablos que sensual se veía. Cada maldita cosa que hacía, lograba que se vea sexy. ¿Cómo carajo podía verse tan bien incluso con el ceño fruncido?

-Llegaré tarde-.

Era mentira, ambos lo sabíamos.

-¿Sucede algo especial en la clase que quieres llegar temprano?- negué con la cabeza- ¿entonces?

-Nada, Harry, quiero llegar a mi clase, y punto- casi gruñí.

El soltó una carcajada.

-Estas celosa-.

Profundamente en mi interior sabía perfectamente que era cierto.

Ahora, ¿admitirlo? J-a-m-á-s.

-Eres un idiota- quise sonar divertida pero sonó más a acusación.

-¿Por qué no lo aceptas de una vez?- preguntó entrecerrando los ojos mientras sonreía.

-Porque no lo estoy, simplemente intento ser puntual- volví a mentir evitando su mirada.

El sonreía burlón.

En menos de un minuto, y para mi sorpresa, pidió la cuenta y nos dirigimos a su auto.

La fragancia masculina inundó mis sentidos.

El corto camino fue silencioso. 

Cuando estaba a punto de abrir la puerta para bajarme, Harry me habló.

-¿___________?

-¿Sí?- pregunté dándome vuelta.

¡Jesucristo! Sus labios estaban a centímetros de mí.

-¿Segura?- cuestionó y lo observé abrumada y confundida.

-¿De qué?- mierda, ¡¿por qué estaba susurrando y al punto de derretirme?!

-¿No estas celosa, enserio?- dijo en voz baja con la misma sonrisa juguetona.

No le respondí.

Él se acercó lentamente y no sé en qué momento llegó su mano a mi cintura.

Who do you think you are?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora