Capitulo 35

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Seis meses más tarde.


-¡Llegaremos tarde a la clase, __________!- chillaba Danielle. Mi, oficialmente, mejor amiga.

-Tranquila Dani- dije en tono despreocupado mientras terminaba de beber café.
La rizada me lanzó una mirada fulminante.

-Tienes cinco segundos- comenzó entrecerrando los ojos y levantando la mano- uno- dijo firme.

La miré sonriendo.

-Dos.
Me reí.

-Tres.
Oh vamos… debía estar bromeando.

-Cuatro- apretó la mandíbula y solté una carcajada.

-Cinco- gritó abriendo la puerta del cuarto- ¡Harry!
La miré sorprendida dejando el café sobre la mesa de nuestro departamento.

-¿Qué? ¿qué haces?- comencé a preguntar confundida mientras escuchaba unos pasos acercarse a nuestro cuarto.

-Hola chica impuntual- entró Harry por el cuarto.

Diablos, en una fracción de segundo se me detenía el corazón y volvía a reanudar su latido a toda velocidad.

Aquel chico estaba cada vez más bello.

Desde que habíamos empezado de nuevo, todo había ido de bien en mejor. 
Éramos realmente amigos, y me gustaba. Pero de cierta manera estaba decepcionada de que luego de ése ardiente beso en la casa de Zayn, no hubiera pasado nada más. Cuando acepté comenzar nuestra relación de nuevo, no se me pasaba ni de cerca por la cabeza que ahora seríamos algo como eso.

Él me trataba casi como una hermana, e interiormente me carcomía la indiferencia de trato, pero no iba a arriesgarme de nuevo a una relación él.

Disfrutaba de su compañía, e intentaba engañarme a mí misma de que sólo su amistad era lo que deseaba. Pero ni yo me lo creía.

Volví a la realidad, al sentir unos brazos sobre mis piernas.

Harry me había tomado sobre su hombro y yo comencé a patalear frenética.

-¡¿Qué haces?! Bájame, ¡bájame!- grité mientras miraba a Danielle aun en la puerta- ¿qué clase plan macabro es éste? 

Dani tomó mi morral con los libros y salió del departamento mientras Harry la seguía conmigo en su hombro.

-¿Qué haces? ¡Aun debo hacer cosas! Bájame, ¡no puedo ir!- chillaba mientras caminábamos hacia el auto de mi amiga.

-Dani me ha estado comentando que últimamente la haces llegar tarde a todas sus clases, así que decidí intervenir-.
Me bajó al lado de la puerta del copiloto e intenté moverme.

No quería ir aún, tenía cosas qué hacer en el departamento. Además, unos minutos tarde no harían daño.

-No irás a ningún lado- me advirtió Danielle desde su asiento.
Encendió el motor de su lujoso convertible rojo.

-Aun no puedo, Dani, espérame unos minutos-.
Harry negó con la cabeza y me sentó sobre el asiento del copiloto, luego me enredó con el cinturón.

Caminó y se sentó en los asientos traseros tomándome de los hombros para que no pudiera irme.

-Qué malos que son…- me quejé.
Mi amiga sonrió victoriosa al poner en marcha su auto a través del campus.

-Te dije que no me harías llegar tarde de nuevo- sentenció- y tampoco tú llegarás tarde si no quieres que tu carrerita de filosofía se vaya por la borda.
Bien, hacía unos meses desde que había comenzado la universidad, y realmente me iba mal. Me sorprendía ya que siempre fui una persona muy aplicada al trabajo, comenzaba a temer que la filosofía no fuera lo mío.

-Deberías probar otra carrera- dijo Harry desde el asiento de atrás- filosofía no es una.

-De nuevo empiezas con eso, Styles- gruñí-.

-La última vez que lo mencioné fue hace casi nueve meses, al segundo día de conocerte- se quejó- exageras.

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