Me quedé helada.
-¿Es broma?- le dije atónita.
-No lo es- ella desvió la mirada nerviosa y se acomodó un poco el cabello.
Danielle solía mirar fijamente a las personas cuando les hablaba puntualmente de algo, por eso me sorprendió. Se la notaba tensa, bien podría ser porque le incomodaba hablar del asunto, o quizás porque mentía. Opté por la primera teoría.
-¿Y porqué...?- cuestioné dejando la pregunta incompleta.
-_________...- suspiró- no quiero hablar de eso, ¿bien?-.
-Está bien- dije extrañada.
{Narra Harry}
Sara se tomaba las cosas muy enserio. Ya me había presentado a sus padres quienes se habían demostrado demasiado agradables para mi gusto.
Mi días eran una puta monotonía. Levantarse, desayunar al lado de la rubia, -quién por cierto había insistido en mudarse a mi casa-, ir a trabajar, pasarme la mitad del día pensando en ___________, volver, ducharme, cenar y en muy pocas ocaciones tener sexo con Sara.
Los fines de semana me encerraba en mi estudio a pensar que hubiera sido de mi vida si _______ aun estuviera conmigo. Si Caroline no me hubiése besado esa noche,... si no hubiera sido tan estúpido como para negarle ver mi celular al amor de mi vida.
Niall me había dicho que intentará olvidarla; una risa secamente sarcástica sólo había obtenido él, de respuesta.
En un mes ella volverá a Londrés, y yo estoy aquí... en Canadá. ¿Sería estúpido volver?, claro que lo sería. Hacía casi dos años que yo estaba instalado allí, dejarlo todo por ella sería arriesgarme a algo que sé que fracasaría. Ella no me perdonaría jamás. Un minuto... ¿en qué momento alguien hablo de volver con ella?
¡Tenerla cerca me basta!
{Narras tú}
Los días fluyeron con rapidez. Hoy volvería a Londres con los chicos. Louis no volvería hasta pasado un mes más. Ya que eso era el tiempo estimado que tenía su transferencia de trabajo a Londres.
Mis tres maletas estaban que explotaban, y el pasaporte y boleto ardían en mis manos. ¿Cómo sería volver? Aquellas viejas caras familiares, el peculiar aroma que tenía aquel pueblo, las tiendas, los parques, los amigos... Harry. Un momento,... él no estaba allí.
Suspiré resignada.
-¿Pagaste el último mes de renta?- preguntó Danielle mientras se acercaba.
-Por supuesto que sí- respondí casi de manera cortante y ella arqueó la cejas, pero no dijo nada.
Unas grandes manos estrecharon mi cintura y por un momento el corazón me dió un vuelco.
-Louis- dije con un suspiro más de decepción que de alivio.
-Voy a extrañarte- susurró dándome la vuelta.
Pasé mis manos por detrás de su cuello y lo abracé.
-Sólo será un mes- murmuré en su pecho y él me abrazó más fuerte.
-Un mes... treinta días, cuatro semanas...- comenzó nostálgico y me reí.
-Ven aquí- lo interrumpí y acerqué su rostro a mí.
Rocé mis labios con los suyos y me estrechó en sus brazos. Si lo extrañaría, pero sabía que no podía obligarlo a dejar su trabajo por mí. Eran sólo unos cuantos días y volveríamos a estar juntos.
-Sólo un mes- dijo él con una sonrisa triste- te amo, _________.
"Oh oh..." se alertó mi mente, ¿y qué respondo a eso?
Gracias al cielo, tres segundos más tarde llegó Zayn a mi lado.
-_______, debemos irnos. Acaban de anunciar el último llamado para nuestro vuelo- si no fuera por el corto lapso de tiempo que nos quedaba, y considerando que Louis estaba en frente mío, me hubiera lanzado a los brazos de Zayn a agradecerle interrumpir el momento.
Suspiré y le dí un último y corto beso a Lou.
-Sólo un mes- lo cité con una sonrisa.
Tomé mi pequeño bolso y caminé junto a Zayn mientras me despedía con la mano.
Genial... de nuevo a Inglaterra.
"Adiós California..."
