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"El inicio."

21 de marzo del 2018-19:03

Todo quedo en un silencio rotundo después de que sonara la sirena, mi madre y yo nos quedamos inmóviles ya que el silencio era algo que nos mataba. Después de unos pocos minutos, se empezaron a escuchar los gritos de las personas que estaban empezando a torturar; las risas de los torturadores; los autos recorriendo las calles con velocidad; los vidrios rompiéndose y los "Ayuda" de algunas personas. Voltee a ver a mi madre, tenia una expresión de pánico total, la tome de la mano, lo que hizo que me volteara a ver.

- Todo va a estar bien.

- Cariño, en la noche de depuración, nada esta bien.

(...)

Había pasado una media hora mas o menos desde que había comenzado la depuración, por nuestra parte, nadie había venido a nuestra casa a tratar de entrar, pero eso no iba a durar mucho ya que se empezó a escuchar como tocaban las ventanas de la casa para luego tocar la puerta con tres golpecitos; estábamos inmóviles, pero con las armas listas para lo que viniera; volvieron a tocar la puerta con tres golpes, pero luego sonó el estruendoso golpe que le dieron con violencia.

- Muñeca, ¿No sabias que no abrir la puerta cuando la tocan es de mala educación?. - Dijo una voz varonil que me era familiar y me aterrorizaba. - Se que estas hay, así que mas te vale abrir la puerta o cuando entre torturare a tu madre de la manera mas sádica posible. - Hay fue cuando reconocí la voz de la persona.

- Fuera de aquí señor Will, o le ira muy mal. - Le dije amenazante tratando de esconder mi miedo.

- Si así lo quieres... - No se volvió a escuchar nada, hasta que ese silencio fue destruido por los fuertes golpes que le empezaron a dar a la puerta para intentar derribarla.

- Ve a la cocina ahora. - Le ordene a mi madre, la cual hizo caso al instante. Quede al frente de la puerta, la cual callo a mis pies, brindándome una vista de cinco personas al frente de mi casa.

- Te lo advertí. - Me dijo el señor Will sonriendo.

- Creí que la visita que recibiría iba a ser de su esposa. - Le dije apuntándole con el arma, el Señor Will solo bufo.

- ¿Esa loca? Pues, te alegra que ya me hice cargo de ella. - Dijo sonriendo.

- ¿Qué?. - Uno de los hombre que lo acompañaban le paso una bolsa café, a lo que el la abrió y saco la cabeza de su esposa, me quede atónita sin poder creer lo que estaba viendo.

- Esa arpía no nos dejaba ser felices con nuestro romance, así que nos hice una favor.

- Eres un sádico demente. - Le dije para después dispararle a uno de sus hombres en la cabeza, a lo cual me empezaron a disparar pero yo escape.

Me encontraba en la cocina, mi madre estaba en el escondite así que no la descubrirían.

- Que traviesa. - Me dijo Will entrando con paso lento a la cocina. - Le diste justo en la cabeza. - Me dijo sonriendo, en eso entro otro hombre relajado, al cual le dispare en la cabeza, Will me volteo a ver un poco enojado. - Estas acabando con todos mis hombres, linda.

- Ese no es mi problema. - Dije apuntándole.

- Me encantas. - Hice un gesto de asco y me lance a el dándole un puño en la cara soltando mi arma, haciendo que cayera al suelo adolorido, yo solo corrí hacia la sala encontrándome con otro hombre, quien me apunto con una pistola, me quede quieta un momento para luego atacarlo quitándole el arma y disparandole con esta misma. Pero en eso alguien me tomo de la cintura y me levanto.

- ¡Suéltame!. - Dije pataleando.

- ¡Te enseñare modales!. - Dijo mientras me llevaba a la habitación. Este me tiro en la cama pero yo me moví e intente atacarlo, pero él empezó a esquivar mis golpes. - ¡No lo evites, linda!. - Me golpeo en la cara lo que me hizo caer en la cama. - Ahora si... - Dijo sonriendo, me iba a levantar para golpearlo, pero me asusto el sonido de un disparo, por un momento creí que me había disparado, pero no tenia dolor alguno a parte del golpe en el rostro, así que me levante y mire que era lo que había sonado. Me encontré con el señor Will en el suelo, con un agujero en la espalda que lo atravesaba por el estomago, luego dirigí mi mirada al que había disparado, el cual tenia una sonrisa en el rostro.

- ¿Cuantas veces voy a tener que salvarte, hermosa?. - Me dijo con esa sonrisa victoriosa que acostumbraba a tener.

- Lo tenia controlado. - Dije levantándome y dirigiéndome a la puerta, pero él me detuvo.

- Déjame ver. - Dijo colocando su mano en mi rostro examinando el moretón que tenia.

- No es nada.

- Siempre te metes en problemas. - Me dijo sonriendo mirándome a los ojos; nos quedamos un rato mirándonos pero yo me separe de él y me dirigí a la cocina a ver cómo estaba mi madre.

- Ahora voy a tener que cuidarte el resto de la noche. - Dijo caminando a mi lado. - Para mi es todo un placer. - Lo escuche decir asumiendo que tenia una sonrisa en su rostro como siempre.

- Genial, ahora tengo al guardaespaldas Luke Hemmings. - Empece a mirar a mi alrededor, ¿Qué no habían más hombres con Will?. - ¿Dónde están los demás hombres?.

- Los mate. - Dijo lo mas de tranquilo. - Mientras estabas en tu reunión con el señor Will en la habitación, les dispare. - Sonreí de lado.

- Estas demente, Hemmings.

La Purga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora