"Padres de la patria".
Todo se apago de nuevo, dejándonos en una oscuridad que nos envolvía en misterio por averiguar lo que pronto pasaría. Iba caminando para dirigirme detrás de una de las cajas, en uno de mis pasos, piso algo un poco viscoso y suave, pongo mi mirada en el suelo con miles de pensamientos de lo que podría ser, tuve una gran sorpresa al ver que era un rostro con un gran agujero en el, en el cual ahora se encontraba mi pie; me quede mirando aquel rostro con un impacto total, en ese momento me di cuenta que era uno de los hombres de Hank, lo que me provoco una angustia aun más grande de la que tenía antes, saque mi pie y me dirigí a mi antiguo destino.
- ______... - Apunte con mi arma dando la vuelta para ver el rostro de la persona que me dirigió la palabra. - Hey... tranquila.
- No molestes de esa manera en un momento tan crucial, Michael. - Le dije con un semblante un poco enojado, baje mi arma y me coloque en la posición que recientemente estaba.
- Te vi desde lejos y decidí venir a ayudarte. - Dijo mientras se colocaba en la otra esquina de la caja ya que yo me encontraba en una de estas. - Pero bueno, no es momento de una charla, debemos estar pendientes a todo momento, los padres de la patria ya bajaron y deben de estar muy armados y atentos a cualquier movimiento que hagamos. Un error significara la muerte.
Me quede en silencio apuntando con mi arma a lo que se moviera dentro de mi perímetro. En eso, vi como una mascara blanca se encontraba a unos metros de mi acostado boca abajo en el suelo, lo que hacia aun más difícil su visibilidad, me espante un poco, ya que el dueño de esta mascara llevaba consigo un Fusil anti material Barret M82, la mascara debía de estar acoplada al arma porque para el uso de esta arma, le es necesario al usuario colocar su ojo en la mira. No lo dude ni un instante y decidí romper con el silencio rotundo que se había formado, apunte a la cabeza al hombre y jale del gatillo, provocando un estruendo que formo un eco en toda la bodega, acompañada de un gemido de dolor por parte de la victima que ahora se encontraba desangrándose por el agujero que tenia en su frente, un tiro de gracia.
- ¡Oficialmente comenzo el juego! - Se escucho en toda la bodega la voz del "locutor" para después hacer su tipica risa maniaca.
Después de ese mensaje, se empezaron a escuchar muchos disparos al igual que distintas risas complacidas por el dolor y sufrimiento que debían de estar causando.
- Tenias que ser tu la que empezara el juego. - Dijo riendo Michael mientras disparaba su arma a diferentes direcciones, su comentario hizo que soltara una pequeña risita.
Decidí moverme de lugar, ya que seriamos presa fácil si nos quedábamos los dos en un mismo blanco.
- Me iré a otro lado. Cuídate. - Le dije en su oído, a lo que él asintió con la cabeza mientras seguía disparando. Me aleje del lugar mientras trotaba un poco agachada tratando de no llamar la atención. En eso, me tope con un hombre de traje blanco lleno de sangre, portando una mascara roja con una sonrisa de extremo a extremo, en una de sus manos tenia un bate y en la otra una pistola no muy grande. Nos encontramos frente a frente, distanciados de unos pocos metros, él solo soltó una sonora risa y empezó a correr hacia mi, yo levante mi arma y le dispare en la cabeza, a unos pocos segundos de que él estuviera encima mio, pero la reacción del cuerpo del hombre a la bala que le acaba de lanzar fue una caída sobre mi del cuerpo ya sin vida del sujeto, lo quite de encima mio y seguí mi recorrido.
- ¡______!. - Escuche una voz masculina diciendo mi nombre, pero no la reconocía del todo.
Mis pensamientos se vieron cortados por completo, sentí un vacio total de un momento a otro, mi mente trataba de recordar lo que hace unos segundos me encontraba haciendo, que sería el asesinato a uno de los padres de la patria, pasaba por mi mente las imágenes de esta escena mientras por mi boca empezaba a salir sangre. Ahí fue donde supe que estaba pasando ahora. Una mujer de vestido azul pastel, con una mascara de conejo se encontraba a milímetros de mi, su mascara se encontraba muy pegada a mi rostro, al igual que su mano con un cuchillo se encontraba enterrada en mi estomago.
- Feliz Purga. - Me dijo la mujer en mi oído. No pude seguir viendo a la mujer ya que esta se desplomo debido a un disparo que recibió en la cabeza, seguí su acción ya que ella era mi único soporte. Vi como un chico se acerco corriendo donde yo me encontraba.
- No puede ser... - Dijo el chico, que ahora reconocía perfectamente, era Luke. - Tu tranquila, te ganare tiempo. - Vi como de su maletín saco muchas vendas. - Esto te va a doler, hermosa. - En eso, saco el cuchillo con una lentitud que me destrozaba poco a poco, una vez lo saco por completo, me sentía aun más vacía de lo que estaba antes. Luke empezó a envolverme en las vendas no sin antes colocar un trapo en la herida para tratarla de tapar un poco.
No sabia que pensar, ya que ahora que me encontraba herida era mucho más vulnerable. Aunque se que podría avanzar un poco si me esforzaba y no hacia muchos movimientos.
- Yo te cuido. - Me dijo Luke mirándome a los ojos mientras acariciaba mi mejilla. No respondí nada, solo tome mi arma y me acomode un poco mejor para disparar a lo que se acercara. Sentía como cada respiro que daba me quitaba más energías de las que tenía, miraba como Luke le disparaba a las personas que se trataban de acercar, no lograba verlas ya que mis vista se iba haciendo un poco más borrosa.
Pasados los minutos, se dejaron de escuchar disparos, la bodega volvió a quedar en un silencio rotundo. Pude divisar en la parte oeste de la bodega una pequeña luz que luego se esfumo, allí debía de ser la salida y entrada de esta cueva.
- ¡Niños, los padres de la patria han decidió dejar la zona de guerra! Los felicito porque les fue muy bien al igual que a los padres de la patria. Así que pasara al juego el señor Frankenstein, estén listos niños, esto se va a poner muy bueno. - Dijo esto ultimo y rió a carcajadas.
En eso, una puerta se empezó a abrir, una puerta muy grande en la cual se podía ver un resplandor blanco que era interrumpido por una sombra gigantesca con forma de hombre, pero no era un hombre común, este era mucho más macizo y alto de lo usual, más de dos metros debía de medir. Pero lo que llamaba más la atención era la herramienta que llevaba en su mano derecha: Un mazo con clavos.
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Dos capítulos en la noche de Halloween :v
Se que extrañaron capitulo, perdonar xde
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La Purga.
FanfictionUna vez al año. Por 12 horas consecutivas, desde las 7:00 p.m hasta las 7:00 a.m Podrás cometer el crimen que quieres sin preocupación de arresto, desde robos hasta asesinatos, y todos los servicios (policía, bomberos y hospitales) estarán cerr...