El bonito humanoide hizo todas las tareas de la casa. Dejó la sala impecable, la cocina y la habitación.
Yoon Gi estaba estudiando muy duramente, pero sus pensamientos se iban de vuelta a aquel momento en el que Jung Kook intentó desvestirse. Se dio una leve cachetada por tal distracción y siguió la lectura.
Su gato se paseaba al rededor de sus piernas, maullaba y jugaba con los cordones de sus zapatillas.
El castaño apartó al animal de su lado y lo dejó en otro lugar. Lo adoraba, pero en ocasiones le resultaba muy pesado. Recordaba cuando sus padres se lo habían regalado. Era una pequeña bolita de pelos que sólo lloraba. Según ellos era para que no se sintiera solo.
Yoon Gi, en su niñez, fue un niño muy retraído; parecía asustarse de las personas que trataban de mantener una pequeña charla con él. Y según fue creciendo, esa actitud no es que se viera muy modificada, pero ahora era mucho más hablador.
Después de dejar al minino, se fijó en Jung Kook. Éste estaba de pie, inmóvil y mirando hacia un punto fijo. Yoon Gi pasó su mano por su cara, agitándola en aire y el humanoide pestañeó varias veces.
—Sr.Lee, las tareas han sido completadas.
—No me llames Sr.Lee—se quejó en un susurro—. Jung Kook, llámame...
En ese preciso momento, Yoon Gi frenó sus palabras. Su idea era decirle su nombre, pero otro pensamiento se coló y entre cruzó en medio de todo. No tenía idea si era bueno soltar aquello; quizás se sentiría algo morboso, pero tenía ganas de oírlo.
—Dime amo.
Jung Kook procesó esa información nueva y la implementó en su sistema. Él debía obedecer a todo lo que se le dijera, porque era eso, un aparato hecho para acatar órdenes. Era un aparato que servía para seguir órdenes de un dueño.
—La información ha sido sustituida, amo.
Yoon Gi sonrió levemente. Oír esa palabra lo hacía sentir superior y con autoridad; con Ji Min lo intentó una vez, sólo por tratar de experimentar algo que alguna vez soñó, pero el pelirrojo no se sentía muy cómodo llamándolo así todo el tiempo como si fuera un esclavo. Puede que se estuviese aprovechando de la situación, pero aun haciéndolo tampoco creía que fuese algo tan malo. Simplemente quería sentir cómo era ser llamado así.
Más tarde, Yoon Gi se dio cuenta de que su nevera estaba medio vacía. Hacer la compra no era algo de lo que se acordara habitualmente y cuando el hambre lo atacaba, le hacía darse cuenta de lo despreocupado que era con la comida. Dado que no salía de casa más que para ir a la universidad y algo urgente, no quería dejar solo a Jung Kook ahí, pero si lo sacaba afuera podría tener problemas. ¿Y si alguien lo veía? Quizá la paranoia lo estaba enloqueciendo un poco.
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HUMANOID "00" [YoonKook]
FanfictionLos avances tecnológicos son cada vez más sorprendentes. El ser humano ha llegado a la cúspide de lo que siempre pretendió, crear un ser perfecto. Todos confían en que aquellos productos que se les ofrece en el mercado son puramente desarrollados pa...