HUMANOID "00" [YoonKook]

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Nam Joon recibió varias llamadas por parte de su amigo. No contestó a ninguna de ellas ya que estaba demasiado ocupado tratando un asunto importante con el doctor Seok Jin. Su computadora volvió a hacer un extraño sonido cuando éste la prendió. El doctor no la usaba mucho y si lo hacía, tocaba cualquier cosa. Aunque a veces lo hacía a propósito sólo para que el muchacho fuera a verlo. Y después de ese día en que le dijo que estaba saliendo con alguien, no volvieron a hablar.

Nam Joon estaba molesto con él. Jin le confesó que fue una pequeña mentira sólo para jugarle una broma. Y la verdad es que más tarde se arrepintió de lo que hizo.

La concentración de Nam en aquella computadora era algo que Jin nunca antes vio en nadie. Le dijo que sentía lo que pasó, pero éste sólo respondía con sonido desinteresados.

—¿Qué es lo tocaste?

—Nada... Cuando la prendí hizo "plof"—hizo un gesto con sus manos, como si hubiera habido una explosión.

—Umm—Nam lo miró de reojo, no creyendo que fuera cierto. La computadora era bastante nueva—¿No lo habrás hecho a propósito?

—No, ¿por qué haría eso?

Jin se cruzó de brazos y se quedó junto a la ventana. Observó, desde la altura como la gente caminaba. Ese día tenía turnos un poco tarde, por lo que tenía un tiempo libre para relajarse.

Las manos de Nam Joon inspeccionaron los cables, nada estaba fuera de lugar. La pantalla estaba en perfecto estado, al igual que el teclado y el mouse inalámbrico. Todo debía ser parte de algún plan de Jin. Se levantó de la cómoda silla de escritorio y caminó hacia el interruptor de la luz. El doctor lo miró curioso, a la vez que nervioso.

—Jin, la luz se cortó o la cortaste tú...

—Amm... Puede ser.

El rubio rodó los ojos. El sol tan radiante de aquel día iluminaba el consultorio como si miles de lámparas apuntaran en su dirección. Claro que en ningún momento se había dado cuenta de que la luz realmente estaba cortada y, como un tonto distraído, no se había fijado en eso al principio. Nam Joon era un poco torpe, pero no solían escapársele los más importantes detalles. Quizás ese día, Jin y su mirada poco inocente y mal actuada lo distrajo.

—¿Por qué lo hiciste? Si querías hablar conmigo sólo debías decírmelo, no fingir que tu computadora se estropeó.

—Estoy seguro de que no habrías venido. Te pedí perdón y me ignoraste, tenia que inventar algo para verte.