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Estaba contento y eso se podía notar en cada arruga que se le marcaba en el rostro

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Estaba contento y eso se podía notar en cada arruga que se le marcaba en el rostro. Yoon Gi deseaba estar junto a Kook por un largo rato, seguir hablando sobre sus aprendizajes y resolver algunas dudas que de pronto se le colaron en la mente con el pasar de los segundos. El tacto de esos dedos sobre su revoltoso cabello le hacía pensar que Swag debía de sentirse así cuando le daba sus preciados mimos.

Una pequeña parte de Yoon Gi le decía que quería saber más, a pesar de que Park Sung le advirtió que era prácticamente imposible que Jung Kook recordara ciertas cosas. Aquello que necesitaba saber quizás lo hacía ver un poco insensible, pero no podía ser posible que alguien como ese chico no tuviera a nadie en su vida; una familia podría estar desesperada, angustiada y tener muchas más de esas horribles sensaciones al no saber el paradero de su hijo. Y, mientras que Kook seguía hablando de una forma pausada y cuidadosa, el pensamiento que tenía Yoon Gi logró tapar sus oídos viendo solamente cómo aquellos pequeños labios se movían.


—Kook, tengo que preguntarte algo— interrumpió algo brusco haciendo que el pelinegro juntara sus labios para guardar silencio—. Sé que es difícil para ti tratar de recordar, pero ¿No tienes alguna memoria sobre la familia?


—He leído algo sobre eso—le afirmó sin dudarlo—¿Quieres que te cuente lo que aprendí?


—No me refería a los libros— el castaño merodeó entre palabras, tratando de buscar una manera de hacerle entender a qué se quería referir—. Lo que quiero decir es que si tienes algo dentro de ti que te diga que echas de menos a alguien importante, como una madre, un padre, un hermano... ¿Comprendes?


—Lo siento, no sé que tratas de decir.


El tono que Kook utilizó le dio a entender que estaba confundido, que no terminaba de entender qué quería que le dijera. Yoon Gi se sintió bastante mal después de que se quitara esa pregunta de la cabeza, pero su intención no era para nada malintencionada. Lo único que deseaba era que aquel jovencito tuviera alguien que esperara por él, alguien que anhelara verlo y saber que estaba bien a pesar de todo lo horrible que le había sucedido. La amargura que lo invadió de tan sólo pensar que no tenía a nadie, al igual que Tae Hyung, le bajaba los ánimos. Pensaba en sus propios padres y se imaginaba en la situación de Jung Kook; quién sabía cuántos niños habían pasado por eso, cuántos padres, hermanos...


—No debí preguntar, olvídalo— tratando de mostrarle una sonrisa, Yoon Gi agitó levemente sus manos y luego se levantó apresurado—. El tiempo pasa volando ¿No crees? Quiero enseñarte una cosa más antes de que te marches.


Su acción un tanto apresurada y torpe era debido a la chispita de emoción que se encendió en su pecho. Quería mostrarle lo más preciado que tenía,  tocarle unas notas en ese teclado que tenía muy a resguardo bajo la cama. Creía que la música era un buen camino para abrir aquellas emociones, para que despertaran. Cuando tenía un tiempo libre se dedicaba a componer algunas piezas y una de las que dejó a medias por falta de inspiración fue progresando en cada momento que recordó todo lo que el tío de Ji Min le contó; descargó todas las sensaciones que la historia le provocó en notas que terminaron formando una melodía suave, tranquila y algo triste. Pero su emoción fue detenida de inmediato por el sonido del timbre tan repentino. No esperaba a nadie ese día, mucho menos uno en el que solamente quería poder estar junto al pelinegro.

HUMANOID "00" [YoonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora