Tae no paraba de hablar acerca de las flores del jardín. Le contó a Yoon Gi todo lo que Jung Kook había plantado en esos días y que la manera de regar debía ser delicada. Esto sucedía mientras paseaban por el jardín, Tae los detenía y comenzaba a contarles cosas, como si fuera el guía de un museo.
Jung Kook asentía a todo lo que su amigo decía, mantenía sus manos detrás de la espalda y miraba atento, aunque ya conociera todo el jardín. En ocasiones se fijaba en Yoon Gi, sus ojos se clavaban en él, sin disimulo. Le resultaba agradable cuando sonreía y escuchaba su voz, no lo percibía como alguien peligroso. Quería saber más de él.
—Puedes plantar algo tú también si quieres, Yoon Gi. ¿Qué dices? —Tae preguntó emocionado, tomando con rapidez una pequeña maceta.
—No estoy seguro, nunca planté nada.
—Yo te ayudo—Jung Kook habló apresurado—.Es fácil.
Yoon Gi se vio sorprendido por escucharlo. No se lo pensó mucho más y asintió con una sonrisa en su boca. El pelinegro le pidió educadamente la maceta a Tae Hyung y también algunas semillas de las que habían sobrado. Le mostró a Yoon Gi qué tierra utilizar, cómo colocarla y le dio algunos consejos para que se conservara adecuadamente una vez que comenzara a salir.
—Puede que salgan varios tomates cherry, son muy pequeños y tienen un buen sabor—le dijo Kook mientras le entregaba la bolsita plástica de las semillas y se preparaba para poner la tierra en el recipiente—, también tienen un buen color.
—¡Jung Kook, sabes un montón, eres todo un agricultor! —Tae aplaudió como un niño pequeño emocionado—Yo también quiero plantar, iré a buscar otra maceta.
El castaño salió corriendo apresurado, dejando a los otros dos solos. En esa situación silenciosa, Yoon Gi se puso muy nervioso porque no sabía qué decir. El jovencito se veía demasiado concentrado en enseñarle cómo debía plantar esos pequeños tomates. No dejó de mirarlo y sonreír, notando como había mejorado su estado a lo que fue en un principio. Sus acciones eran más rápidas, aunque cuidadosas, todos sus movimientos eran diferentes, más humanos.
—Toma.
Las manos de Kook le alcanzaron la pequeña maceta; el castaño la tomó con una mano ya que no era muy pesada de sostener, se fijó en las grandes pestañas de Jung Kook que bajaban y subían con cada parpadeo. Instantáneamente al agarrar la maceta, sus manos se tocaron. Jung Kook no hizo nada frente a eso, simplemente dejó que su mano cubriera la de Yoon Gi mientras que éste tenía el recipiente sostenido allí. No comprendía por qué motivo el castaño lo miraba tan sorprendido, como si hubiese hecho algo incorrecto.
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HUMANOID "00" [YoonKook]
FanfictionLos avances tecnológicos son cada vez más sorprendentes. El ser humano ha llegado a la cúspide de lo que siempre pretendió, crear un ser perfecto. Todos confían en que aquellos productos que se les ofrece en el mercado son puramente desarrollados pa...