Años atrás
El lugar donde fue a parar no era como se lo imaginó. Tan pronto Jung Kook cumplió los quince, se dio cuenta de que sus padres no habían sido más que unos seres despreciables a los que no podía siquiera volverlos a llamar como tal. Su vida no era más que una miserable pesadilla; vivió en lo que podía considerarse como un cuarto pequeño, alejado de la ciudad, donde había personas como él.
Nunca tuvo una educación, no fue a la escuela y a sus padres no les importó; porque lo cierto es que aunque fuera a una pública, les sería imposible pagar materiales escolares y ropa un poco más decente. Jung Kook y su familia eran muy pobres.
Después de varios meses en los que no dejaba de escuchar las quejas de su padre por recibir una miseria de dinero y lo débil que se encontraba su madre de salud, ahí fue cuando realmente se dio cuenta de lo que le importaba a ellos. Su padre los abandonó para irse a otra ciudad y, unas semanas más tarde ella falleció. La muerte de la mujer le dolió, pero no tanto como lo fue entrar a ese lugar. Jung Kook cuidó de su madre en su estado más vulnerable, pero ella no parecía darle importancia, de hecho, se enojaba con él diciéndole que la dejara morir.
Los días interminables que pasó dentro de ese lugar lo volvieron mucho más retraído y arisco de lo que había sido. La gente allí no era amable, los trataban bastante mal. Las horas de descanso eran pocas, pero las tareas que le mandaban a hacer demasiadas.
No pudo hacer ninguna amistad entre tantos jóvenes con una historia parecida a la suya, más bien se ganó algún que otro enemigo que no hacia más que insultarlo o darle algún que otro empujón. Jung Kook se dio cuenta de que sus pensamientos, desde ese entonces, fueron tornándose más oscuros de lo que ya lo eran. Una de las muchas cosas que pensaba era escapar de aquel lugar, pero si lo hacía, ¿a dónde iría a parar? No tenía nadie cercano que pudiera contenerlo. Eran tiempos difíciles para quienes vivían como él.
La tecnología avanzaba cada vez más rápido, así como las ideas descabelladas de ciertos empresarios que se comentaban entre la multitud. Todas esas cosas le despertaban curiosidad, pero nada más allá de eso.
El lugar, conforme avanzaban los días, era visitado por extraños hombres y algunas pocas mujeres, todos vestidos de una manera tan peculiar como atrayente. Jung Kook y muchos de los otros jóvenes creían que el propósito de esas visitas era comprar la propiedad. El edificio no estaba en sus óptimas condiciones, pero no había nada que no pudiera ser reparado o reformado y la extensión del terreno era bastante grande. Y mientras que más veces iban esas personas, más se daba cuenta Kook de que había algo extraño en sus miradas. Los observaban cautelosamente a todos, como si los analizaran para saber si servían o no y, de hecho, era exactamente lo que hacían.
Los jóvenes huérfanos que vivían en esa residencia hacían preguntas, dibujaban en sus mentes lo que creían que iba a pasar con su único hogar. Muchos, preocupados, se pasaban las noches sin dormir imaginando que al día siguiente estarían de vuelta deambulando por las calles sin tener nada que pudiera llenar sus estómagos. Jung Kook siempre que podía, buscaba esa oportunidad para escapar; no solía tener éxito ya que la entrada del lugar estaba vigilada y sabía que si era atrapado, le esperaba un duro castigo. Pero a pesar de que la probabilidad de pasar el resto de su vida ahí era muy alta, encontró esa chispa de luz necesaria para poder iluminar toda su oscura habitación. Sin tener idea de quién era ese hombre anciano con quien había chocado la mirada, la primera reacción que tuvo fue dar un paso atrás, solamente por ser cuidadoso.
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HUMANOID "00" [YoonKook]
FanfictionLos avances tecnológicos son cada vez más sorprendentes. El ser humano ha llegado a la cúspide de lo que siempre pretendió, crear un ser perfecto. Todos confían en que aquellos productos que se les ofrece en el mercado son puramente desarrollados pa...