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Park Sung estaba en su escritorio, sumido en el silencio

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Park Sung estaba en su escritorio, sumido en el silencio. Analizaba ciertas cosas acerca de la empresa STC a pesar del tiempo que pasó. Había algo que aún no terminaban de cerrarle, como el hecho de recibir recientemente algún que otro email sospechoso. Tenía miedo, no lo iba a negar.

Pasó la tarde buscando cosas mientras que Tae estaba en su cuarto leyendo libros sobre el comportamiento humano. En esa ocasión el chico fue hacia su lugar de trabajo para pedirle que por favor jugara con él porque estaba muy aburrido, pero Park Sung le sonrió triste diciéndole que no podía; por esto, decidió llamar a su sobrino para que ayudara a Tae con algunas cosas y de paso le enseñara. El pelirrojo estaba encantado de ir a ver al castaño, le caía muy bien y creía que era adorable. Incluso quería aprender de su actitud positiva y agradable ante todo, creía que necesitaba contagiarse un poco de eso.

Pasaron pocos minutos y Ji Min había llegado al hogar del tío Sung después de una clase de teatro, con una bolsa en mano fue camino hacia el laboratorio, allí saludó a su tío y le dejó un dulce y caliente capuccino recién comprado. El hombre le regaló una tímida sonrisa; cada vez que miraba a su sobrino se preguntaba cómo es que no habían sido más cercanos anteriormente, él era un chico adorable y educado; su hermano siempre fue muy distante con él pero no porque se llevaran mal sino que Sung le dedicaba mucho tiempo al estudio, la investigación y el trabajo. Era una suerte para él tenerlo como sobrino a Ji Min, ya hasta lo adoptó como un hijo más.

Ji Min caminó hacia la habitación de Tae Hyung, observando el limpio pasillo, su tío tenía una pequeña obsesión con ver todo brillante. Tocó la puerta despacio esperando que le abriera, al no recibir respuesta decidió deslizarla ya que era corrediza. Sus ojos se asomaron curiosos a ver si estaba allí o no. Tae Hyung se había quedado dormido, en una extraña posición. Tenía la cabeza colgando por el borde la cama y los pies hacia arriba, apoyados en la pared. Ji Min no pudo evitar soltar una fuerte risa ya que le parecía muy gracioso, sobre todo el escuchar sus ronquidos.


—Tae...—trató de despertarlo, apenas tocando su hombro.


El castaño de repente abrió los ojos, asustando a Ji Min. Éste se echó un paso atrás y se quedó quieto mientras que el otro se levantaba rápido, casi cayéndose de la cama por sus movimientos torpes.


—¡Ji Min!— entusiasmado por verlo ahí, Tae le mostró los dientes y se acercó para darle un fuerte abrazo, como había leído en su libro. Acciones como esa daban a entender a la otra persona que se sentía feliz por verlo— Que bueno que estás aquí, me aburrí tanto que me dormí.


El chico de cabello rojizo sonrió por saber que se alegraba de verlo; le mostró que llevaba una bolsa en la mano, dentro de ésta Ji Min había metido algún que otro juego de mesa que encontró por su casa para poder entretenerse con Tae Hyung y poder enseñarle diferentes formas de despertar sus sentidos. El castaño, como buen curioso que era, miró entusiasmado dentro de la bolsita y abrió la boca. Le gustaban los juegos, mucho más que estar leyendo.

HUMANOID "00" [YoonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora