A veces Yoon Gi tenía problemas para dormir, pero esos problemas los generaba el estrés en la universidad. En este caso, ahora su inquietud era pensar en Jung Kook y lo que harían.
Pasó un mes desde lo ocurrido. Durante ese tiempo, como acordó con el médico, Kook se quedó con éste cada vez que debía ir a la universidad. Y, aunque todo estuvo tranquilo, Yoon Gi seguía pensando en ese hombre; la distracción que tenía en sus clases le jugó malas pasadas, sobre todo con sus exámenes. La verdad era que estaba siendo algo paranoico.
Aquel mes que pasó se le hizo muy largo, a él y a los demás; Nam Joon intentó buscar más sobre el tema para así confirmar que, efectivamente, la noticia sobre los secuestros fue cierta. Pasó menos de una hora en cada intento por buscar algo ya que los estudios lo mantenían más ocupado. A todo esto, tenía la sensación de que Jin sabía más de lo que aparentaba. Saber de la noticia era algo que ya lo involucraba de lleno y, además, seguía teniendo contacto con gente importante que seguramente también debía saber sobre ello. Si no quería hablar suponía que era por miedo, y lo entendía, pero el escuchar decirles que en realidad Jung Kook era una persona le heló la sangre y por su cabeza pasaron miles de extrañas imágenes retorcidas que podrían haber pasado también por la mente de cualquier científico loco.
Muchas de las personas que entraban al consultorio del doctor Kim, preguntaban quién era ese jovencito de pelo negro tan silencioso. Las veces que Jung Kook estuvo en el lugar, sólo se sentaba cerca del escritorio de Jin y observaba; otras veces hacia algunas tareas como anotar o incluso daba caramelos a los niños, haciéndolos sonreír. Jin se sentía a gusto estando con el joven, incluso le tomó cariño y lo trató como a un hermano menor. Por ello, cada momento que tuvo libre se dedicó a inspeccionarlo repetidas veces, intentando descifrar aquel mecanismo que poseía en su nuca. A principios del mes, pasó incontables horas queriendo resolverlo, pero terminó rendido debido a la complejidad del asunto y también debido a que su tiempo debía gastarlo en sus pacientes. Él y Nam Joon estuvieron muy centrados en Jung Kook y todo lo que había tras él.
Yoon Gi también quería hacer algo para colaborar, pero lo cierto era que no había nada que pudiera investigar. Nam Joon estaba haciendo toda la búsqueda como el profesional que era y Jin inspeccionando el mecanismo que había dentro de Kook. Así que cada día que pasaba, Yoon Gi sólo se sentía un inútil estudiante universitario.
Cuando Jung Kook estaba con él en su casa, no hacia gran cosa. Intentaba mantenerlo lo más alejado posible del exterior, ya no lo sacaba para que fuera su compañía al momento de hacer alguna que otra compra.
Llegando casi a fin de año, la concentración de Yoon Gi tuvo que fijarse de lleno, obligatoriamente, en sus exámenes. Pronto tendría vacaciones y así podría cuidar de Kook sin problema, por lo que quitarse los exámenes de encima era su máxima prioridad.
Una de las noches en las que el sueño debía esperar, Yoon Gi estaba en el comedor de la casa, con una pequeña lámpara de mesa iluminándolo. Sus ojos querían cerrarse debido al cansancio, pero hizo un esfuerzo por terminar la última página que le quedaba.
Mientras que los minutos pasaban y las letras perdían la forma, el sonido repentino del timbre de su casa sonó. No era tarde, pero le extrañan que alguien fuera a esa hora. Se levantó, bostezó con ganas y fue hacia la puerta. Claro que en ese momento aquella paranoia había desaparecido a causa de su cansancio y no creyó que fuera algún extraño.
Al abrir la puerta, se vio confundido a la par que sorprendido por ver a Ji Min. Se suponía que todo acabó entre ellos, y creía que el chico seguramente iba a lloriquearle por un rato para suplicarle que volvieran. Pero lo cierto es que el pelirrojo parecía serio, se veía algo incómodo también y esa actitud confundía a Yoon Gi.
—¿Qué haces aquí?—le preguntó indiferente.
—Siento venir sin avisar, pero necesito hablar sobre algo contigo.
—Ji Min, lo nuestro terminó, te dije que no quería saber nada...
—Ya lo sé —lo interrumpió de mala manera—,quiero hablar sobre otra cosa. Es sobre la STC.
Al escuchar el nombre de la empresa desaparecida, Yoon Gi despertó por completo. Dejó que Ji Min pasara al interior y le ofreció asiento para que pudieran hablar mejor. El pelirrojo seguía viéndose serio e incómodo, como si hubiera sido arrastrado hasta allí sin ganas. Aunque suponía que era incómodo debido a lo que habían sido antes.
—¿Cómo conoces ese nombre?—Yoon Gi se sentó a una distancia considerable del otro y lo observó detenidamente.
—Es que lo vi bordado en la ropa de ese robot cuando me lo encontré y...—Ji Min agachó la cabeza y miró sus manos—hace poco supe que mi tío trabajó ahí. Él me dijo que tiene uno también, pero que son ilegales o algo así...
—¿Hay otro?—Yoon Gi se vio más sorprendido por saber de otro que por haber oído que el tío de Ji Min trabajó allí —Espera... ¿Por qué sabes eso hace tan poco?
—Él me dijo que era peligroso que alguien lo supiera, por eso lo mantuvo en secreto. El robot que tiene con él es parecido al tuyo, su nombre es Tae Hyung.
—¿Y qué quieres decirme con esto?
—Bueno, yo sabía que él trabajó con cosas relacionadas a la robótica y pues le hablé del que tienes... Entonces me contó eso y le gustaría poder verlo. Aunque seguramente no quieras, pero dice que podría ayudarte.
Incrédulo y más dudoso que cualquier cosa, Yoon Gi se quedó sin nada qué decir. Lo que Ji Min decía sonaba increíble y más sabiendo que mentía bastante; pero lo que contaba no parecía ser broma. De hecho no podía serlo ya que no sabía nada sobre la empresa y seguramente tampoco sabía la verdad de los humanoides. Pero por muy asombrado que estuviera de saber que había otro más y de que había alguien que quería ayudarlo, Yoon Gi no estaba seguro de eso. Nunca conoció a ese tío que Ji Min mencionó, a pesar de que cuando salieron conoció a gran parte de su familia.
—No lo sé...
—Está bien, suponía que dirías eso. Vine a hablar contigo porque mi tío es una persona muy tímida y me pidió el favor. Si no quieres lo entiendo, pero él está dispuesto a ayudarte—Ji Min suspiró y se levantó para marcharse de la casa, su tarea de comunicar el mensaje ya estaba hecha—Ya me voy.
El pelirrojo no hizo más que abrir la puerta y marcharse, dejando a Yoon Gi sin saber qué pensar o decir. Éste miró hacia la puerta de su cuarto y notó que Jung Kook estaba allí de pie, mirándolo mientras pestañeaba lentamente.
Ahora no sabía qué hacer.
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HUMANOID "00" [YoonKook]
FanfictionLos avances tecnológicos son cada vez más sorprendentes. El ser humano ha llegado a la cúspide de lo que siempre pretendió, crear un ser perfecto. Todos confían en que aquellos productos que se les ofrece en el mercado son puramente desarrollados pa...