Despertar

Las Marcas

CAPITULO 7

Mía

Por un rato seguimos caminando en silencio. Desearía que Simón fuera de hablar mucho para no tener que concentrarme en mis pensamientos aunque tarde o temprano debo enfrentarlos. Enterarme de que estoy en coma en un hospital fue un shock. Sé que mi vida corre peligro… puedo despertar o dormir para siempre.

-¿Podrías darme la cajita de madera que te dieron al registrarte? – Lo miro sin entender de qué me habla –Por favor no me digas que la perdiste. Es muy importante.

¡Aaaah esa cajita! La busco entre mis bolsillos y se la doy. Él suspira aliviado. Observa los signos raros que forman un dibujo tallado y levanta la cabeza pensativo.

-¿Qué son esos dibujos?

-Por un segundo tuve la ilusión de que no ibas a volver a hacer ninguna pregunta.

-Estás muy equivocado. ¿Qué son esos dibujos? –vuelvo a insistir.

-Cuando un ángel va a iniciar una misión el Destino dibuja en su piel una marca. Los Crods se encargan de tallar la misma en una caja que sólo puede abrir el ángel indicado.

-¿Los Crods?

-Son como duendes de Papa Noel pero trabajan para el Destino… y son un poquito más serios y feos- dice en un tono sarcástico -.No te gustaría conocerlos.

A pesar de todo logra que me ría. Sigo con las preguntas porque una vez que empieza a contestar saco la mayor información posible:

-Y… ¿Las marcas son como tatuajes?

-Algo así. Hay dos tipos de marcas: las grises son las que corresponden a misiones simples. Cuando la persona despierta y la misión termina la marca se desvanece y queda una pequeña cicatriz para recordarte el bien que hiciste. Son las misiones que te preparan para la otra marca.

Simón levanta el brazo y veo 5 cicatrices. También tiene por el cuello y los hombros.

-¿Y la otra clase de marcas?

-Es la marca negra. Cuando aparece en la piel sentís que te quema y duele mucho. Esa marca es la última misión.

-¿Qué pasa cuando finaliza la misión?

-El ángel muere. Ya cumplió todos sus objetivos y no hay razón para que siga con vida. Muchos deciden no cumplirla y es por eso que hay gente que nunca despierta.

Me quedo en silencio pensando como alguien podría ser tan egoísta como para dejar morir a alguien. Aunque también entiendo que es duro dejar tu vida por otra persona que ni siquiera conoces.

-¿Simón?

-¿Sí?

-¿Mi marca dolió?

Simón

La miro confundido y veo preocupación en sus ojos. Lo pienso un segundo y decido mentir:

-No. Fue una marca más. Sin importancia.

Ella se relaja. No pregunta nada más y yo sigo estudiando la caja. No sé por qué no pude decirle la verdad. Por algún motivo no quise preocuparla. No la conozco casi nada pero sé que se sentiría culpable si le digo que cuando ella despierte yo voy a morir.

Finalmente decido abrir la caja y abro la tapa sin dificultad. Observo la brújula de oro que hay adentro. Es más especial que cualquiera que hubiera usado antes en una misión. Parece ser más dorado y la aguja brilla más de lo normal.

-¿Es una brújula?

-Sí. Nos indicará dónde está la Fosa Oscura sin tener que perdernos antes de llegar.

-¿También la preparan los Crods?

Involuntariamente río. ¿Por qué tiene que preguntar por TODO? Es un poco molesto.

-Sí.

-¿Puedo hacer una última pregunta?

-La hiciste recién - la vuelvo a mirar detenidamente. Últimamente no podía dejar de hacerlo. –Bueno pero piensa bien porque es la última que contesto.

-Mmm… ¿cómo nacen los ángeles?

-Todos los niños que mueren en tu mundo se convierten en ángeles.

-¿Vos fuiste un bebé que murió?

-Dije que sólo una pregunta más.

-Pero…

-Será mejor que avancemos más rápido. Debemos acampar en un lugar seguro y todavía nos falta mucho por andar.