Muerte

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Quería agradecer a todos los que estan leyendo... nunca imaginé conseguir tantos votos y comentarios Muchas gracias <3 Todavía no llegamos al capítulo final pero ya nos acercamos chan chan chan

Capitulo 40

Simón

Enojado conmigo mismo grité y golpeé un árbol hasta que la corteza se rompió y continué sin detenerme. Cuando mis nudillos ya no resistieron más pegué patadas hasta que me dolió el pie y frustrado me deslicé por el tronco hasta quedar sentado.

¿Por qué fui tan estúpido? Sabía que esto no podía pasar. Lo sabía. No tenía que enamorarme. Pero así fue. Fue algo que no pude controlar ni evitar por más resistencia que ponía.

Y ahora todo terminó. Ella ya no está. Ya no recuerda todos los momentos que pasamos juntos. Y yo voy a morir…

Siento como la Marca Negra en mi piel va encendiéndose poco a poco hasta que quema pero hago como si no la siento. Una pregunta aparece en mi mente… ¿cómo voy a morir? En el instituto me explicaron que la muerte por la Marca Negra siempre sucede en soledad y nadie sabe cómo sucede. ¿Una enfermedad? ¿Asfixia? ¿Hambre? ¿Cansancio?... ¿Cómo voy a morir?

El sonido de un aleteo me obliga a volver a la realidad y levantando la cabeza veo algo que nunca imaginé. Un Arcángel se eleva en frente mío. Primero lo miro atontado. Su túnica blanca cae como si fuera una cascada que luego desaparece, va descalzo y sus ojos azules contrastan con el blanco de su pelo que cae por los hombros. Dos alas grandes sobresalen de su espalda y se elevan en lo alto. También lleva una espada bañada en oro en su mano derecha.

-Arcángel Uriel- cuando reacciono me arrodillo y agacho la mirada en señal de respeto.

-Ángel Simón, levántate. Vengo a cumplir mi mandato divino, a mantener el equilibrio entre la Tierra y Lit.

Su voz es grave y parece resonar entre el silencio del bosque. Sé lo que significan sus palabras pero intento atrasar el momento.

-¿Vienes a verme morir?

-Tu última misión en Lit ha sido cumplida. Ya no hay razón para que sigas siendo un ángel, debes partir. Tu misión como ángel ha terminado pero tienes que tener fuerzas para continuar.

-¿Continuar? ¿Con qué?

Mi voz apenas se escucha pero Uriel camina hacia mí como si no hubiera hablado. Su piel blanca lo hace ver de porcelana, frágil, pero su apariencia engaña. En sus ojos se puede ver la fuerza y el poder temible que posee.  Se acerca tanto que me quedo inmóvil y apenas respiro. La Marca Negra quema en mi espalda de un modo que no puedo describir pero con fuerza soporto el dolor. Uriel apenas apoya una mano en mi hombro y me fulmina con su mirada seria aunque en el fondo puedo ver que siente pena.

Sin aviso, sin siquiera darme tiempo a respirar o a pestañear, Uriel alza la espada y hunde la hoja hasta el fondo de mi corazón. Sorprendido abro los ojos y caigo al piso dolorido. Esforzándome por no cerrar los ojos veo a Uriel sacando la espada de mi cuerpo pero ya no me quedan fuerzas para gritar. Intento respirar ¿para qué? Con el último respiro y mi último pensamiento todo pierde sentido. Todo se vuelve frío y silencioso. Muy silencioso. Todo se vuelve frío y oscuro. Muy oscuro.

DespertarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora