Criminal minds

Sin rastro

Reid y yo llegamos a la casa Weasley. No era una mansión ni mucho menos, pero era una casa grande. Se veía un poco vieja, pero la entrada estaba llena de flores. El coche de Morgan y Prentiss estaba en la acera y aparqué detrás del suyo. Fuimos caminando hasta la entrada de la casa, y Reid iba mirando las flores.

-Creo que si, la señora Weasley fue la que plantó estas flores, sufre un trastorno de actividad adversa

-¡Vamos! ¡Eso se hace cocinando, no plantando flores! ¿Como se va a poner a plantar flores cada vez que esté disgustada? Si fuese así, te aseguro que ahora mismo estaría aquí fuera plantando un olivo...

Reid me miró, pero no le di más importancia. Llamé a a puerta, y unos segundo después, un señor mayor nos abrió.

-Buenos días. Somos la agente James y el doctor Reid. Somos del FBI

-Ah, si, pasad... sus compañeros ya están aquí... soy el señor Weasley

-¿Arthur?

Una voz sonó desde el interior de la casa. Reid y yo nos miramos, y el señor Weasley compuso una expresión triste en su cara. Nos invitó a pasar al interior de la pintoresca casa. Llena de fotos familiares y recuerdos. En un salón, sentada en un sofá, rodeada de gente, hablando con Emily y Derek, y algunos sentados con la señora. Me miró, al igual que toda la recua de pelirrojos. Me quedé un poco impactada. Y el señor Weasley decidió hablar por mi.

-Esta es la agente James... y el doctor Reid

-¿James? ¿Dylan James?

-Así es señora...

La señora se levantó del sofá y se acercó a mí.

-Usted es la chica de California... la famosa psicóloga hija de un asesino en serie...

La gente solía reconocer mi apellido. Aunque llegaba a ser común, muchos relacionaban mi apellido y el hecho de que sea agente, por la información repartida por los medios.

-Señora Weasley...

-Molly, por favor...

-Molly... he venido para hablar con usted y su familia, y recoger información necesaria para... descubrir el paradero de su hijo...

-Freddie... mi pequeño Freddie...

La señora comenzó a llorar de nuevo. Me sentí tan culpable en aquél momento. La señora hizo un ademán de desmayarse, y uno de los pelirrojos, velozmente, la sostuvo. La llevó al sofá, y quedó al cuidado de su marido. Mientras, más agentes de policía llegaron. El chico, que había ayudado a la señora a no caerse, me ofreció su mano.

-Soy Bill Weasley. Soy el hijo mayor...

-Bien, señor Weasley... empezaré por usted, haciéndole unas preguntas

-Está bien...

Me lo llevé a la cocina, que estaba vacía. Era un hombre alto, delgado, y pelirrojo, al igual que toda su familia. Allí comencé a hacerle preguntas, rutinarias, pero necesarias.

-Usted es William Weasley, ¿cierto?

-Así es

-¿En donde trabaja?

-En el Banco Nacional Americano

-Bien... ¿tiene pareja, hijos?

-Sí. Mi esposa es Fleur Delacour. Y tengo una hija, Victoire

-Está bien... dígame, ¿tiene una relación estable con su hermano Fred?

-Si, por supuesto... él y George son muy bromistas desde siempre, y aunque a veces gastan bromas muy pesadas, creo que soy el único que realmente los aguanta bien