Capítulo 13

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La pelirrosa despertó. Estaba mucho más tranquila que el día anterior. Había tenido suficiente tiempo para reflexionar y el apoyo de su mejor amigo le había ayudado a sobreponerse. Ahora estaba segura de que tenía el poder de enfrentarse a sus miedos... Y vencerlos.

 

-Buenos días Sakura-chan -le dijo su madre

 

-Buenos días -le respondió. La pelirrosa miró el reloj que llevaba en su muñeca izquierda y se dio cuenta de que había dormido demasiado. Si no salía en ese momento, llegaría tarde. Así que tomó sus cosas y se dirigió hacia la puerta.

 

-¿¿No vas a tomar desayuno??

 

La pelirrosa cogió un pan y se lo llevó en la boca, cerrando la puerta tras ella. Iba caminando mientras comía, cuando se topó con el pelinegro de siempre, casi se atoró pero logró pasar lo que tenía en la boca con dificultad. Recordaba que habían hablado hacía unos días, pero en esos momentos estaba tan angustiada por Kozuke que no recordaba que le había dicho Sasuke. Él la miró, levantó la mano y quitó los grumos de pan que tenía la pelirrosa en la mejilla. Ella se sonrojó, pero él siguió mirándola por un segundo. Luego desvió la mirada y se marchó sin decir ni una palabra. Ella se quedó parada mirándolo marcharse.

 

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-Muy bien. El trabajo será realizado en parejas. Llamaré por lista y me dirán con quién quieren trabajar -dijo la profesora.

 

Los alumnos se emocionaron y empezaron a susurrarse entre ellos para formar las parejas. Todos menos cierta pelirrosa de mirada distante. No estaba prestando atención. Su cuerpo se encontraba allí, pero su mente estaba muy lejos. Su mente no lograba enfocarse en otra cosa que aquella persona que había arruinado su vida y que regresaría a ella en un mes. Un mes...

 

-Nara Shikamaru -llamó la profesora- ¿Con quién va a trabajar?

 

-Con Temari

 

-Bien... -dijo mientras anotaba el grupo- Siguiente... Uchiha Sasuke -La pelirrosa salió del trance al oír aquel nombre- ¿Con quién va a trabajar?

 

-Haruno Sakura -dijo con la mirada fija en ella. Todo el salón abrió los ojos como platos y empezaron a murmurar. ¿Con Sakura? ¿Sería otra apuesta?

 

El pelinegro no estaba seguro de por qué había dicho su nombre. Se le había escapado de los labios como por instinto. Ni modo. Lo hecho estaba hecho. Aún así no se arrepentía, él se había propuesto volverla a conquistar y lo haría. De un modo u otro.

 

¿Tenía sentimientos por ella? No, no era eso. O al menos, él no lo veía así. Era como... como un reto personal. La iba a conquistar simplemente para probarle que podía hacerlo.

 

La pelirrosa abrió los ojos como platos al oír su nombre. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué había dicho su nombre? ¿Trabajo de qué? Maldición. Estaba más perdida que el ombligo de Adán.

Secretos Dolorosos | Sasusaku | Temporada I & II Donde viven las historias. Descúbrelo ahora