Llegó a la escuela con su máscara usual de alegría. Llevaba una sonrisa en su rostro aunque por dentro sentía mucho dolor. Y como siempre, nadie lo notó.
Verdaderamente, la práctica hacía al maestro.
Luego de un par de horas de clase, la pelirrosa olvidó por completo las marcas que tenía en ambos brazos y siguió con su vida normal. Si ella misma no les hacía caso, nadie más lo haría.
-Sakura-chan -le dijo su mejor amigo- ¿No tienes calor? -le preguntó cuando vió las mangas negras bajo el uniforme de la pelirrosa
-Para nada Naruto -le sonrió- sabes que soy friolenta
El rubio la miró con exceptisismo.
-Si tú lo dices -le respondió
-Sí, sí lo digo -insistió
El rubio se retiró, dejando a la pelirrosa en medio del pasillo.
Entonces, un pelinegro la sacó de sus pensamientos cuando colocó un brazo alrededor de sus hombros.
-Te dije que no hicieras estas cosas -le reprochó- No somos na-
-Ahora soy tu “novio” si mal no recuerdo -le interrumpió
-No seas payaso -le reprochó mientras lo empujaba. El movimiento le hizo doler el brazo causando que entrecerrara los ojos un poco. El pelinegro se percató de ello.
-¿Sucede algo? -le preguntó
-No, nada. Es que... me estiré un músculo -rió
-hn
-¿Piensas seguirme? -le preguntó al ver que caminaba a su lado
-¿No puedo caminar con mi “novia”? -siguió molestándola
-Ash, ya cállate -le reprochó mientras estiraba su brazo para empujar su rostro
Entonces el pelinegro se dio cuenta de que cierto color purpúreo se asomaba bajo las mangas remangadas de la pelirrosa. Él tomó rápidamente su brazo y ambos dejaron de caminar.
No...
-¿¿Qué es esto?? -le preguntó mientras miraba fijamente su brazo
El pelinegro levantó su brazo y con la mano que tenía libre intentó subirle la manga un poco más para poder observar la marca completa. Pero la pelirrosa lo detuvo en seguida y se soltó del agarre.
-Nada -dijo ella, entrando en pánico. Maldición pensó, mientras se bajaba las mangas, intentando cubrirlo.
ESTÁS LEYENDO
Secretos Dolorosos | Sasusaku | Temporada I & II
FanfictionNo sedas -pensaba la pelirrosa- No sedas -se repetía- Mantente firme. No lo dejes ganar. Vibró su teléfono. Le llegó un mensaje. Biblioteca. Ahora. Era de él. Maldición. Maldición. Maldición. No lo hagas, Sakura, no lo hagas... -Kakashi-sensei -mier...
