Capitulo 23

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La oscuridad era lo único viable a su alrededor a sus oídos únicamente llegaba esa conocida voz, que no confundiría ni siquiera dentro del salón más ruidoso, que solo podía ser de él, masculina, profunda y a la vez suave, y que mientras la escuchaba ya no se sentía tan sola a pesar de estar rodeada por la espesa oscuridad.

Su vista se fue adaptando lentamente a la luz de la estancia que rápidamente identificó como su habitación, a su lado estaba Sophia, Lucie y un hombre que suponía por su atuendo el doctor. Ambos la miraban expectante esperando seguramente que pronunciará una palabra aunque su cabeza parecía incapaz de dar la  respuesta que ellos esperaban.

-Ya despertó- se adelantó a decir el doctor remarcando lo obvio.

-Yo...-dijo algo insegura, mientras sostenía su cabeza debido al dolor que iba en aumento.

-Estos accidentes siempre ocurren, digame ¿Cómo se siente milady?- procedió a preguntar el señor vestido de blanco, que la miraba buscando seguramente algo fuera de lo normal.

-Bien, con un poco dolor aquí- respondió aún aturdida y tocando la posterior de su cabeza

-Es normal, iré a informar a sus familiares que despertó milady- explicó el doctor examinándola detenidamente.

-Espere- lo detuvo Sophia que se había mantenido en silencio -¿No nos dirá que sucede antes doctor?- cuestionó algo impaciente.

-Ella está bien, perdió el conocimiento debido al golpe pero todo está en orden- concluyó antes de salir de la habitación a informar seguramente a su hermano y madre.

-Tu padre no merece consideración de nadie ni siquiera de Dios- espetó la rubia una vez el doctor estuvo afuera.

-¿Cómo llegaste tan rápido?- cuestionó evasiva mientras la examinaba detenidamente.

-Eso no es importante ahora- le restó importancia antes de sentarse en su cama.

-Sophia- dijo su nombre en forma de advertencia.

-Lord Granby verdaderamente siente algo por ti, debiste verlo, de no ser por tu inoportuno hermano el rostro de Lord Beaufort sería ahora una linda pintura en violeta, verdusco y rojo- río casi emocionada.

-Eso no responde como llegaste tan rápido- la corto aunque añoraba seguir escuchando sobre lo sucedido.

-No me gustaría hablar de ello- se sinceró sin mucho ánimo.

-¿Me ocultas algo?- fue lo único que pudo responder.

-Como seguía diciendo tu prometido, estaba hecho una furia, él mismo té cargo a tu habitación, aún cuando tú hermano se mostró reacio a la idea y pasando por sobre el decoro, estaba tan molesto, que poco le importó la mirada escandalizada de tu madre- finalizó con lo más parecido a una mirada soñadora que había visto en ella.

-Ahora dime ¿Cómo llegaste tan rápido?- volvió a preguntar.

-Tu madre me pidió que las acompañará a realizar las diligencias de la boda, para hacerte sentir más cómoda, sería una sorpresa- explicó con una sonrisa triste -Eso es muy lindo si tomamos en cuenta lo poco que le agradó a Lady Beaufort.

-Oh- fue lo único que atinó a decir.

-Cuando llegaste tomaba té con ella, no quiera mencionar el tema de la boda Charlie sé lo mucho que te afecta- terminó de decir.

Su cabeza daba tantas vueltas que comenzaba a doler cada vez más, no estaba segura si era por el golpe en su cabeza o por las declaraciones de su amiga.

Complicando al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora