capitulo 33

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Sentado a su lado estaba James evidentemente cansado, sostenia en su mano derecha un copa de brandy al igual que él.

-No puedo creer como todo cambió James- suspiró apreciando el despacho de su cuñado.

-Nunca me gusto Amber, te advertí sobre ella- sabía que James tenía razón, pronto saldrían en una nueva ronda de busqueda, era un poco mas de media mañana, lo que significaba que había dormido poco o nada, la realidad era nadiae había descansado lo suficiente, apenas quizá unas escasas horas.

-Esto es la gloria- exclamó su hermano ingresando a la estancia, mientras se acomodaba en un sofá con las piernas extendidas.

-No te acomodes mucho, pronto partiremos, Lord...- el tono de James era casi amistoso, acto que no le paso desapersibido en su siempre serio amigo aunque si lo pensaba detenidamente soltar comentarios ácidos y regocijarse en ello se le daba bastante bien.

-No lo digas aún no me acostumbro a eso de ser conde- suspiró frustrado su hermano, con el desenfreno de los últimos días apenas había indagado en el tema.

-No se como voy a pagarles toda su ayuda- dijo Dominik con un nudo en la garganta, cambiando el rumbo de la charla drasticamente.

-Casandote con Lady Lowelace- respondieron al unísono sacandole una sonrisa, eso era un pago que estaba dispuesto a dar.

-He pedido que traigan algo de comer, mi hermana acaba de despertar, tengo que verla un rato antes de partir, los agentes...

-Worcester- interrumpió Gabriel al marqués que ingresó como un torbellino -No has descansado nada, deberías intentar dormir un rato.

-Michael aún no despierta, eso nos deja con uno menos, no puedo darme el lujo de dormir- se negó casi mortificado.

-Está bien, no pierdas el tiempo ve con tu hermana- agregó James sabiendo que discutir con él sería inútil.

Dominik no se pudo resistir a caminar detrás de él, aún no sabía si la duquesa estaba despierta, lo mas probable era que si, de todas formas aunque no le permitieran verla, escuchar su voz a través de la puerta seria suficiente para él.

-No pongas esa cara porfavor Granby- esbozó su futuro cuñado deteniendo su marcha -Es momento de tener esta charla.

Decir aquellas palabras a Drake le costó horrores, al igual que asimilar lo que estaba a punto de decir. Muchas veces se mortificó pensando que su hermanita, dulce e inocente lo dejaría, para convertirse esposa y madre.

-Claro, yo también lo creo- respondió su receptor con su mirada azulada llenada de expectación.

-Charlotte para mi es muy importante, siempre la he cuidado con mucho ímpetu, mucho mas que a Paige, no es que haga una diferencia entre mis hermanas las quiero igual pero siempre he sentido que Charlotte es mas... inocente- comenzó con su discurso, que ya había pensado antes -él día que me los tope en el jardín no dije nada por que vi en sus ojos, en la forma en que estaban uno con él otro como si lo demás se esfumara y lo supe, eso iba más allá de la simple lujuria, eso era amor. Por lo que me propuse a no ser un obstáculo para ustedes, espero que la boda se realicé seré el primero en felicitarlos- sentía como si estuviese sediendo la mano de su hermano aunque eso no le correspondía, la dejaba ser feliz, ahora comprendía lo que realmente era esa sensación y no privaria a su hermana de eso, no permitiría que ella cometiera sus errores.

-Muchas gracias, yo prometo cuidarla y amarla si cuando ella despierte aun me quiere como esposo no dudare ni un segundo, pero si ella no desea verme, lucharé hasta que me acepté- los sentimientos encontrados en la mirada de su futuro cuñado enternecieron su corazón, Lord Worcester podría ser un libertino, pero amaba a su familia lo podía percibir.

Complicando al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora