-¿Qué sucedió?- interrogó a la joven con vestido de color lila, que ya se había tranquilizado un poco.
-Yo...-dijo viéndolo a él y Charlotte indecisa -Por favor no me delaten- suplicó llorosa.
-Esta bien linda- la tranquilizó su prometida con suavidad.
-Recibí una nota de alguien que pedía encontrarnos aquí pensé que era...- de repente interrumpió su relato con las mejillas sonrojadas.
-No diremos nada- aseguró Charlotte al ver la indecisión de la joven, aunque ya imaginaba lo que sucedía.
-Pensé que era él, pero cuando llegué todo estaba en silencio, un hombre apareció de la nada intentó agarrarme- comenzó a sollozar ligeramente a causa del recuerdo -ya me había capturado pero algo sucedió, me tomo el rostro molesto, luego me soltó como si fuera la peor basura- terminó de explicar asustada.
Charlotte examinó la herida de su brazo que ya había dejado de sangrar, gracias al torniquete que su prometido había hecho con su pañuelo. Una sensación extraña parecida al miedo se coló en su pecho, que le impedían mantener sus manos quietas.
Dominik notó los movimientos inquietos y mirada preocupada de Charlotte por lo que sin pensarlo dos veces tomó su mano en señal de apoyo.
-Tranquila, no sucedió nada, pero debe avisar a sus padres o tutores- exclamó Dominik con suavidad, para no alterar más a ninguna de las dos mujeres.
-No- negó la joven más aterrorizada que antes -Estaré arruinada, mi padre me mataría, además si me dejo ir quizá no me buscaba a mi, quizá solo fue un error, claro un error, nadie puede saberlo, yo debo casarme con Lord Manchester, yo no debo...- la frase quedó el aire y el llanto descontrolado no se hizo esperar ante los ojos preocupados y hasta cierto punto confundidos de los futuros esposos.
-Todo estará bien- Dominik sabía que posiblemente no y que Lord Manchester podía ser su padre, pero no sabía que otra cosa decir, además su prometida parecía tan afectada como la joven y no podría lidiar con dos mujeres llorando simultáneamente.
-Como envidio su suerte- se lamentó viendo sus manos que seguían sujetadas -Yo desearía casarme con la persona que amo, como ustedes -Sonrío con tristeza.
Charlotte sonrió incomoda, pero no la contradijo, nadie debía saber su desgracia, aunque cuando estaban así con las manos entrelazadas no se sentía tan desdichada, más bien todo lo contrario.
-Siempre hay una esperanza- la tranquilizó, quizá no fuese así, pero nunca se podía estar seguros.
-Yo lamento haber interrumpido su momento- se disculpó, un poco más calmada.
-Nada de eso, mi nombre es Charlotte Lowelace ¿Cómo te llamas? -preguntó con una amigable sonrisa.
-Evangeline Brougther- se presentó ella.
-Dominik Cavinish, Maques de Granby- Dijó su prometido.
-Un placer milord- sonrío agradable la joven haciendo una perfecta reverencia.
-No sé qué le diré a mi madre sobre esto- señaló su herida acongojada.
Dominik rasco su cabeza incomodo al igual que Charlotte, su situación era complicada y alfo delicada y ella solo se preocupaba por los que sus padres dirían.
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Complicando al amor
Historical FictionCharlotte Lowelace, hija menor de Lord y Lady Beaufort. Es casi la personificación de lo que una joven inglesa debe ser, desde su cándida apariencia hasta sus delicados modales, con un pequeño detalle en su actitud no siempre dócil y complaciente. E...