Henry bajó del auto vistiendo una chaqueta de cuero negro sobre una camisa blanca y usaba lentes negros. Sonreía en mi dirección como si acabara de alegrarle el día y yo sólo atiné a correr hacia él y abrazarlo, quería ir a casa y sólo él era capaz de llevarme a ella.
-Hey-dijo riendo mientras me cargaba y hacía que mis piernas enrollaran su cintura-Adoro cuando saludas así-me reí y lo miré.
-Te he extrañado-admití mientras sujetaba sus mejillas-Mucho.
-Yo también te echaba de menos, Clarity-me reí.
-¿Tienes comida?
-Ya decía yo que esto era demasiado bueno-sonreí-En el auto-dijo quitándose los lentes.
Miré hacia abajo para saber dónde pisaba, no quería terminar estampando mi escaso trasero en el suelo de nuevo, sentí como los brazos de Henry se tensaban en el momento en que mis pies tocaron el suelo y escuché un suave siseo. Esto no traía anda bueno.
-¿Qué te paso en el cuello?-gruñó.
Lo miré llevándome la mano por instinto al lugar donde Ian me había mordido y palidecí ante su mirada furiosa, se me había olvidado la maldita sudadera. Mierda, ¿acaso las cosas podían empeorar? ¿No les era suficiente que los cólicos me estén matando?
-No es lo que crees-repetí las mismas palabras que él me dijo aquel día.
-¿No sabías?-le preguntó Ian mientras se acercaba-Debiste de haberla escuchado. Gritaba y jadeaba como perra en celo-Henry comenzó a temblar-Mientras suplicaba que fuera más rápido...
-¡Cállate!-grité nerviosa y tomé el rostro furioso de Henry-Eso fue el sábado y no sabía que era él, Henry...
-¡Gritaba como loca!-gritó Ian-¡Me mordía y gritaba cuánto le gustaba que la follara! Tiraba de mi pelo y me rasguñaba la espalda mientras se corría llamándome y pidiéndome más.
Lo perdí en ese instante.
Henry se apartó de mí y antes de reaccionar su puño impactó en la mandíbula de Ian con tal fuerza que lo tiró al suelo. Henry le dio la vuelta mientras se sentaba encima de él y le soltaba otro puñetazo. Lo iba a matar, Henry pesaba un chingo y media casi los dos metros, estaba acostumbrado a lidiar con tipos el doble de ellos, Ian se rompe en sus manos.
-¡Henry, no!-grité mientras amenazaba con acercarme, comencé a tirar de su camisa.
-¡No te atrevas a dirigirte a ella como una perra en celo!-gritó y otro puñetazo-¡Ella no es una puta para follar!
-¡Pero si bien que le encantó!-gritó Ian riendo-¿Te molesta no habértela follado? ¿Por eso la engañaste? ¿Por qué no follaba contigo y preferiste buscar a una puta que sí?-otro puñetazo pero Ian se lo regresó-¿Cuál es el problema, Henry?-otro golpe y se lo quitó de encima.
Me aparté un momento dándole espacio a ambos para incorporarse, mientras Henry se limpiaba corrí hacia él pero me apartó. Odiaba que los chicos sacaran su testosterona en estos malditos instantes.
Regla número uno, nunca hagan enojar a una chica que está en sus días.
-Métete al auto, ahora voy-me gruñó.
-No me iré a ningún puto lado si no vienes conmigo-mascullé.
-¡No empieces ahora, Clarie!
-No lo hagas-susurré desesperada.
-No te gusta la idea de que alguien más la haya hecho gritar, ¿verdad, Henry?-siguió Ian-De que alguien más la haya hecho retorcerse de placer y suplicar por más. De que la haya hecho tirar de las sabanas en el orgasmo mientras me llamaba a mí...no a ti.
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A mí también me gusta un idiota #1
Teen FictionÉl era un idiota en toda la extensión de la palabra. A veces parecía que tenía un letrero de luces de neón que leía "idiota aquí". Mis amigas, que no eran muchas, y mi madre opinaban lo mismo que yo, bueno mi madre no tanto pero ella ya no estaba...