Rouse y yo

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A mi mejor amiga @memefg


En cuanto papá abrió la puerta de la casa Clarence y yo corrimos a las escaleras matándonos en el transcurso en una competencia enloquecida para ver quien ganaba el baño. Ganó él ya que tardé en subir las escaleras.

-¡Maldito!-aporreé la puerta-Me hago del baño desde hace horas, no jodas, tú puedes hacer en el jardín.

-¡Tú también!-me gritó del otro lado de la puerta-¡Tu irritante voz me espanta la pipí!

-¡Seré medio bato pero no tengo manguera, idiota! ¡Apúrate!

No entendía cuánta pipí podía almacenar mi hermano, sólo se tomó un litro de agua en el camino. En cambio yo estaba cagándome desde que salimos de D.C gracias a los dulces y el montón de agua que me comí en el transcurso y odiaba usar baños públicos. El servicio de abajo no funcionaba desde hace unos meses así que este era el único baño disponible y mi vejiga lo necesitaba.

Después de diez minutos al fin salió con esa sonrisa arrogante que decía que se tardó a propósito, le solté un codazo en las costillas y corrí a descargar. Al fin, mi cuerpo suspiraba.

...

Rouse: Te veo en la plaza en veinte. Tengo que platicarte algo c:

Fruncí el ceño mientras releía el mensaje. Algo había hecho esta mujer y me temía lo peor ya que con ella podía suceder cualquier cosa; una vez me mando el mismo mensaje y resultó que chocó el carro y no quería decirle a su mamá sin compañía, papá lo reparó lo mejor que pudo así que no fue tanto regaño lo que recibió.

Estaba sentada en una banca afuera de la librería, nuestro punto de reunión, envuelta en la sudadera que papá me regaló por mi cumpleaños que decía "Keep Calm and love Edward Cullen" me había comprado tres, cada una con un personaje literario diferente y yo era la chica más feliz de todo el mundo. En mi camino varias chicas la miraron con envidia, eso me hizo sentir genial.

Rouse apareció con su chamarra negra y un gorrito de lana blanca después de un rato. Traía unas botas que me daban ganas de cambiar por mis sudaderas de lo fabulosas que estaban, diablos ¿por qué no calzábamos del mismo número? Se veía guapa...y algo ¿ruborizada?

-Hola-me saludó y me envolvió en un abrazo de oso en cuanto llegó a mi lado-Te extrañe mucho, no vuelvas a irte tan lejos.

-Y yo a ti-la apreté mientras sonreía-No es mi culpa que mi familia viva tan separada.

-Dile a tu tía Debbie que hay algo llamado civilización, que debería integrarse para formar parte de algo-me reí-En fin, ignoremos la falta de urbanización de tu adorada tía Deborah. Te traje tu regalo de cumpleaños-le sonreí.

De su bolso sacó una bola de papel periódico. Fruncí el ceño mientras la tomaba y empezaba a quitarle el papel con emoción, los regalos de Rouse siempre eran mis favoritos, ella siempre sabría qué regalarme. Todo ese papel desperdiciado con noticias y horóscopos envolvía una taza tamaño real del pequeño hijo de la señora Poops, de La Bella y La Bestia. Solté un chillido y la volví a abrazar mientras una enorme sonrisa se plasmaba en mi rostro. Se los dije, son perfectos.

-¡No jodas, si fueras bato te beso!-grité mientras ella se reía-¡Gracias, gracias, gracias!

-Lo sé, soy la onda-me reí y la abracé más fuerte.

-Eres única, te amo-ella soltó una carcajada-Tu regalo de navidad lo tengo en casa-me reí-Pero eso no importa ahora. Dime qué hiciste, me vale madre que sea. Ahorita te perdono todo, si se trata de un homicidio voy y me deshago del cuerpo, ¿ya te dije que te amo?

A mí también me gusta un idiota #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora