No esta del todo en el pasado

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Después de rogarle y suplicarle a mi papá de que me dejara salir, que ya estaba mucho mejor y que no había necesidad de quedarme en casa, me dejó ir al partido. Me había prestado su coche ya que Clarence y él irían a hacer un trabajo, pero había condicionado a Estefanía de que al menor atisbo de que mi temperatura aumenta o me ponga pálida, no importaba si el partido iba en la cúspide, me trajera a casa.

-Creo que exagera-mascullé mientras me estacionaba cerca de la cancha, estornudé.

-Salud. Pues, en lo personal, aún pareces zombie-me dijo riendo.

-Gracias-gruñí mientras volvía a estornudar.

La miré con cara de pocos amigos mientras bajábamos. Otra de las condiciones de papá fue que debía ir muy abrigada ya que había estado estornudando toda la semana así que me había envuelto en una sudadera, la chaqueta de Henry que atrás decía H. Hale, su apellido, con un dibujo de su mascota, Estefanía me había puesto un gorro de lana calado hasta las cejas y, por si acaso, en el auto estaba una bufanda.

Más ridícula no podía verme.

-¿De qué me he perdido en la escuela?-pregunté como si nada mientras caminábamos a la entrada.

-Pues, todas estábamos preocupadas por ti pero a la vez haciendo planes para el baile de invierno-soltó un bufido-No quiero ir, no tengo pareja, pero Jeral me va a joder si no asisto-me reí.

-Te puedo conseguir una cita-dije mientras nos acercábamos al montón de estudiantes que iban por su entrada-No entiendo por qué pagamos por una entrada a un partido que es escolar, Henry dijo que me la darían gratis pero igual es tonto, ni que fuera el súper tazón.

-Bueno, a veces se ocupan fondos para la escuela, ya sabes uniformes o equipo-Estefanía me pasó el brazo por el codo-Las desventajas de que tu chico sea una estrella y en nuestra escuela sean tan malos que ni a la temporada llegan.

Solté una carcajada haciendo que varias personas se dieran la vuelta y nos miraran molestas pero un montón de gritos los distrajo y al centrar nuestra atención vimos a Henry y Mike caminar con una enorme mochila cada uno en sus hombros mientras saludaban a sus fans, Mike parecía pavo real dando espectáculo, le encantaba ser amado. Vale, no me gusto que las chicas estuvieran a punto de quitarse las bragas por Henry pero era lo que venía con él y tenía que aceptarlo.

-Mira-la codeé-El chico de ojos bonitos será tu pareja en el baile.

Al ver a quién me refería soltó un bufido.

-Ni loca-gruñó-Me ha estado molestando desde que lo conocimos y siempre me hace pensar cosas sucias-me reí-Es como si no quisiera otra cosa.

-Si sigue insistiendo después de tanto tiempo es que le interesas, los chicos no pierden el tiempo con chicas si no quieren algo serio-me puso los ojos en blanco-Eso es de mala educación, el señor Grey ya te habría azotado, pero ven. Saludemos como locas fanáticas.

Caminé para acercarme pero antes de poder llegar siquiera a un punto visible para Henry la pared de personas nos cerró. Fruncí el ceño, la mitad eran más bajos que yo así que sólo dije lo primero que pensé sin filtro.

-¡Henry, amor!

Las personas me miraron confundidas pero sólo enarqué las cejas, o sea. Se quitan, es mi novio.

Vi como su cabeza giraba en todas direcciones para buscarme hasta que sus ojos encontraron los míos. La sonrisa que se formó en sus labios me hizo sentir cosas raras en el estómago que quisieron trepar por mi esófago, Estefanía soltó un ruidito tan cursi que me puse roja como el cabello de la chica...que sostenía a mí novio del brazo. De tratarse de otro chico no me habría puesto celosa pero Henry ya me había engañado una vez y, aunque él prometiera no volver a hacerlo, no me quitaba lo insegura. Y su rostro se me hacía molestamente familiar.

A mí también me gusta un idiota #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora