Papá estaba hojeando mi cuaderno y el de Ian mientras esperábamos nuestro turno afuera del despacho de la maestra Araceli, adentro estaba Adam con su mamá y después de mí iba Heima con su papá. Él mío estaba molesto porque me escondieran el cuaderno e iba a hablar seriamente con la maestra de que el estudiante ejemplar era el culpable y no se le veía por ningún lado.
Yo aún estaba deprimida por Henry y el doble al saber que nuestra inminente partida era definitiva. Papá había telefoneado a D.C aceptando el puesto que le ofrecían y a nosotros no nos quedó de otra más que guardar silencio y asentir a todo lo que se nos dijo sobre las reglas de mudanza, separar lo que queríamos y lo que no e ir despidiéndonos de todos aquellos que se quedaban. Mi hermano no quería dejar a Jeral, era su único dolor pero veía lo bueno.
Irnos de Seattle mejoraría a papá con la pérdida de mamá. Nuestra casa se la recordaba mucho e iniciar en otro lugar era lo que le convenía y nosotros éramos lo único que tenía así que accedimos haciendo de tripas corazón. Después de todo a mí sólo me quedaban mis amigas. No pude decirle adiós a Henry.
-Tienes absolutamente todo-dijo papá gruñendo-No entiendo por qué no te dejó presentar el examen, tenías un justificante.
-Bueno, las cosas así funcionan con ella-dije demasiado abatida, ya me daba igual si la aprobaba o no-Ella dice fecha de examen, y no hay retorno. Cae bajo tu responsabilidad si te presentas o no.
-Es algo...injusto. Puede ocurrir emergencias-cerró el cuaderno de golpe y me lo dio.
Mis ojos se toparon con la sonrisa de Henry mientras besaba su mejilla y me atraganté. Aún era demasiado pronto para volver a verlo, lo volteé y miré hacia otro lado intentando no recordar sus palabras ayer. Le rompí el corazón y ni siquiera le dije que me iría.
-Hija-me susurró papá-Lamento que todo esto esté pasando justo cuando acabas de...-no terminó y se lo agradecí ferviamente-Pero ya verás que nos será de mucha ayuda, en Seattle, a pesar de los buenos momentos, existen cosas dolorosas-asentí mirando hacia abajo, él me abrazó-Ya verás que todo va a mejorar, tarde o temprano siempre mejora.
Asentí y luego le sonreí, papá nos necesitaba y no podíamos abandonarlo, él no tenía que sufrir con nosotros.
En ese instante salió Adam con su mamá de la oficina y nos miró a Heima y a mí, su cara decía una cosa...no salió bien. Papá se levantó de un salto y me llevó con él, cuando entramos la oficina empequeñeció con mi padre dentro ya que era enorme, la maestra se devoró con los ojos a papá y luego nos indicó que nos sentáramos. Podríamos usar eso a nuestro favor, ¿no?
-Bien, señor Black-dijo mientras revisaba los papeles que tenía en frente, supongo que mi expediente-Parece que Clarie sólo va muy mal en mi materia.
-Sí, sobre eso profesora...
-Llámeme Araceli-le sonrió y estuve a punto de vomitar.
Aborten la misión, no usaremos eso a nuestro favor.
-Sí, profesora Araceli-mi papá extendió el cuaderno de Ian y me pidió el mío-resultó ser que el cuaderno no estaba perdido sino escondido-se los extendió-Ian le escondió el cuaderno a Clarie por asuntos personales.
-Imposible-exclamó la maestra-Ian no haría una cosa así, él es el ejemplo de lo que debe ser un estudiante.
-No, es cierto y andar comparando a sus estudiantes habla muy mal de usted-papá la miró con el ceño fruncido, ella se ruborizó-Toda la cafetería fue testigo de eso, si necesita testigos-suspiró-Y respecto a lo demás, Clarie tiene todo, no veo el por qué no hacerle el examen un día después, no pasaba nada.
ESTÁS LEYENDO
A mí también me gusta un idiota #1
Teen FictionÉl era un idiota en toda la extensión de la palabra. A veces parecía que tenía un letrero de luces de neón que leía "idiota aquí". Mis amigas, que no eran muchas, y mi madre opinaban lo mismo que yo, bueno mi madre no tanto pero ella ya no estaba...